El proyecto de crear la primera residencia geriátrica pública LGTB en nuestro país, llegó de la mano de un educador social en paro tras preguntarse dónde estaban los mayores pertenecientes al colectivo LGTB. Su pregunta obtuvo una respuesta tan desoladora como motivadora al descubrir que nuestros mayores LGTB se encontraban aislados e incluso se planteaban el suicidio al llegar a una situación de dependencia. "Había que hacer algo para que estas personas pudieran vivir sus últimos momentos lo más dignamente posible", declaraba Federico Armenteros ,que desde 2010 trabaja al frente de la Fundación 26 de Diciembre con el objetivo de poner en marcha esta iniciativa, a la agencia EFE. Este centro especializado en mayores LGTB, supone la primera entidad pública del mundo en llevar a cabo una propuesta de este calibre, puesto que "las residencias geriátricas actuales no están preparadas para la diversidad", aseguraba.
¿Es realmente necesario?
Según los datos aportados por la fundación, en España existen 160.000 personas pertenecientes al colectivo LGTB mayores de 65 años que deben terminar su vida "en un espacio de respeto después de que las leyes de Vagos y Maleantes y Peligrosidad Social les hayan machacado".
Manifiestan que el rechazo de los mayores LGTB a las "residencias tradicionales" se debe a que "no están preparadas para la diversidad porque no nos han educado en ella y en el modelo heteropatriarcal no entran los mayores". Asimismo, respaldan que, aunque oficialmente se les permite la entrada, "no se sienten acogidos. Cuando tienen que ir, en contra de su voluntad, lo pasan fatal porque les hacen la vida imposible y se sienten muy atacados". "Aquellos que ahora tienen 80 años, no han vivido ni siquiera la libertad del movimiento LGBTB porque no ha existido hasta 2005 con el matrimonio igualitario, que es cuando salimos del Código Penal y entramos en el Civil. Y todo eso a mucha gente no se le ha quitado de la cabeza", incide.
Por último, defiende que hay muchos mayores LGTB con graves problemas de salud mental porque "nadie les ha comprendido" y "aún hoy se siguen considerando enfermos y hay que hacer con ellos un trabajo enorme". Ante esta situación, desde la fundación reclaman al colectivo heterosexual que entienda la diversidad del universo y demanda al resto de residencias de la Comunidad que se abran a esta diversidad puesto que no dan abasto.
Residencia Mayores LGTB/ Fundación 26 de Diciembre.
¿En qué consiste el proyecto?
La propuesta finalmente verá la luz gracias al edificio que la Comunidad de Madrid donó a la Fundación el pasado mes de abril en el distrito de Villaverde, en el que se prevé alojar a 66 residentes. Contará con un centro de día para 30 personas y supondrá la creación de unos 40 puestos de trabajo.
Inmerso en pleno proceso de habilitación del edificio y en lucha contra las trabas burocráticas, Armamenteros subraya que, a diferencia de las residencias LGTB existentes en Europa y América, privadas o del modelo de convivienda, la de Madrid será sufragada con fondos públicos y la gestión correrá a cargo de la Fundación. En la actualidad se espera la licencia de obras del Ayuntamiento para poder llevar a cabo su habilitación y perfilar la fórmula jurídica de acceso a las plazas.
"La Comunidad de Madrid no te puede preguntar si eres gay, lesbiana o qué cuando rellenas la solicitud. Pero tú si puedes decir que eres LGTB y quieres ir a esa residencia", señala. Se trata de un centro abierto a todos los públicos, "muchos ancianos del barrio nos han dicho que quieren venir al Centro de día y les hemos dicho que es LGTB, pero que tienen las puertas abiertas", relata con una sonrisa que solo se le disipa al afirmar que no podrá ver cumplido su deseo de inaugurarlo el próximo 26 de diciembre, día que se celebra el 40 aniversario de la modificación de la Ley que dejó de considerar a los homosexuales personas peligrosas.