Madrid se ha convertido en una de las capitales, no solo de las celebraciones del Orgullo sino de la defensa de los derechos del colectivo LGTB. Pese a los avances, las instituciones madrileñas reconocen que aún queda mucho por hacer en materia de igualdad y diversidad. Sobre los pasos que debe dar Madrid, se posiciona Celia Mayer, actual concejala de Políticas de Género y Diversidad del consistorio madrileño, con quien hablamos antes de las celebraciones del MADO 2018.
Cuatro décadas de Orgullo
El MADO cumple 40 años con muchas conquistas a sus espaldas, pero aún con muchos retos por delante. Uno de ellos es la puesta en marcha de un Plan Estratégico para Madrid que “identifique tanto los problemas que tiene la comunidad LGTBI como los derechos y cómo los defendemos desde los ayuntamientos”. En el caso del Ayuntamiento de Madrid se ha iniciado “un proceso participativo con todas las entidades” para la construcción del Plan. Aunque no se atreve a dar fechas, Mayer asegura que “no me sorprendería que el proceso participativo tardase, al menos seis meses”.
Sobre la visibilización de los colectivos trans, Mayer admite que queda mucho por hacer. “Creo que hacen falta cambios y medidas legislativas” que deben consensuarse con los colectivos y los sindicatos. En este ámbito, la edil asegura que “estamos trabajando para aplicar en breve un protocolo para la adaptación de las personas transexuales en el Ayuntamiento de Madrid”.
Entre los retos, el consistorio madrileño también apunta hacia la violencia intragénero y la formación y protocolos que necesitan los cuerpos y fuerzas de seguridad en este ámbito. “Creo que es un reto que todas los cuerpos y fuerzas de la seguridad del Estado están empezando a asumir que tienen que desarrollar protocolos y formaciones porque muchas veces la respuesta es mala y hay que mejorarla”.
Si le preguntamos por los retos antes de finalizar la legislatura, la titular del área de Diversidad destaca promover “la participación del movimiento LGTBI en las políticas públicas municipales, colaborar aún más con las entidades que están haciendo un servicio de acompañamiento” e incluso propone “realizar un programa complementario de salud, de prevención y sexualidad”.
Madrid vive el Orgullo
La reivindicación y la celebración que viene aparejada a la festividad del Orgullo en Madrid puede sentirse no solo en la capital. Cada vez son más los distritos que se atreven a confeccionar su propia programación para sumarse a la visibilización del colectivo. Una descentralización que Mayer ve con buenos ojos. “Me parece magnifico que los barrios y los distritos de la Comunidad de Madrid se viva con absoluta naturalidad el día del Orgullo”.
Para que las actividades puedan desarrollarse con absoluta libertad, es indispensable el dispositivo de seguridad que se pone en marcha. “Estoy muy tranquila porque el Orgullo siempre es una fiesta no tranquila, pero sí segura”. Unas palabras que pesan especialmente, teniendo en cuenta la delicada relación entre el consistorio y la Policía Municipal, aunque Mayer confía en que no afecte a la Seguridad del evento.
Pese a los retos, Madrid se encamina a que el Orgullo se viva todos los días del año. El trabajo no solo debe llegar desde el consistorio, sino desde todos los vecinos y vecinas de cada municipio de nuestra Comunidad de Madrid.