Estados Unidos ya tiene a su candidata para convertirse en la primera transexual en ocupar el cargo de gobernador de un estado del país. Christina Hallquist se impuso en las primarias de Vermont y en las elecciones del pasado mes de noviembre, cuando le disputó el puesto al actual gobernador, el republicano Phil Scott.
Hallquist, de 62 años, podría ocupar su nuevo cargo en otoño. De desconocida, a conocida a lo largo y ancho del país. Fue en 2015 cuando su nombre comenzó a ser reconocido en la política de Vermont, momento en el que se conoció la transición de su identidad sexual. En esa fecha Christine era David Hallquist, consejero delegado de una importante compañía radicada en el estado, Vermont Electric Cooperative. Hallquist decidió comenzar su transición hasta convertirse en mujer, un proceso duro en su ámbito familiar -casado y con tres hijos- y profesional.
En un primer momento, iniciar una carrera política no estaba entre sus planes. Sin embargo, tres años después, sumado a la victoria electoral de Donald Trump y a un profundo cambio en la sensibilidad sobre cuestiones de género, emprendió el viaje en la política.
La punta de la lanza
Christine Hallquist se ha convertido en la punta de la lanza de un gran número de candidatos homosexuales, bisexuales o transexuales, que buscan ser elegidos para ocupar cargos públicos este año, según han informado organizaciones como Victory Institute, promotora de la participación activa de estos colectivos en la política.
Son muchos los nombres que ya se están haciendo un hueco en la política estadounidense y que también representan al colectivo. Por ejemplo, Danica Roem consiguió en 2017 un escaño en la cámara legislativa de Virgina, mientras que Alexandra Chandler lucha por convertirse en la primera transexual en llegar al Congreso de los Estados Unidos, aunque todavía deberá imponerse en las primarias democráticas para su distrito de Massachussetts, que tendrán lugar durante el mes de septiembre.