El pleno de Alcalá de Henares ha protagonizado un nuevo capítulo marcado por vecinos cabreados, pitidos, insultos y alguna que otra expulsión que no ha sentado muy bien. En esta ocasión, fue el CPPM, sindicato policial mayoritario en la ciudad, el que dio un toque de color a la sesión con pancartas en las que se leía: "Convenio ya", "por el diálogo y la negociación", y otros mensajes que venían a confirmar su malestar con el Gobierno complutense.