Queridos alcalaínos, hace varios meses, el alcalde de Alcalá, Javier Rodríguez Palacios, amenazó a este medio asegurando que lo iba a cerrar. A día de hoy, ha iniciado una guerra abierta cuya principal bandera es la censura. ¿Queréis saber por qué? Os lo contamos.
En septiembre de 2020 este medio decidió hacer pública una información que, a nuestro juicio, los alcalaínos teníais que saber. Tras el estallido de la pandemia, y la descomunal crisis económica y social en la que se sumió el país, nuestros políticos tomaron una decisión un tanto desafortunada: la corporación municipal protagonizó una subida de sueldos deslumbrante, por no decir indecente, abusiva, desmesurada, inmoral … Cuando las colas del hambre superaban a las 9.000 personas atendidas en Alcalá, cuando no sabíamos qué sucedería con nuestros puestos de trabajo, con nuestras familias, con nuestro futuro… Ellos decidieron salvar sus carteras, mostrando cuáles eran sus prioridades ante una crisis sin precedentes, y está claro que nosotros no éramos una de ellas.
En plena pandemia, y perdón por la reiteración, los indecentes de nuestros dirigentes aprueban una subida salarial desorbitada. Solo con deciros que los portavoces de la oposición pasaron de cobrar 50.000 euros al año, es decir, unos 4.166 euros al mes, a percibir unos sueldos de 72.000 euros anuales, lo que supone embolsarse 6.000 euros mensuales. ¿No está mal verdad? Listos son, eso está claro.
Sin embargo, no tenían ningún reparo en salir a los balcones y a las calles para “compadecerse” de nosotros, vendiéndonos discursos de gratitud por nuestro buen comportamiento, y la falacia de que ellos nos ayudarían a salir de esta crisis. Ustedes, señores políticos, ¿Qué conciben como ayuda? O, quizá lo hemos entendido mal, y el apoyo que nos queréis brindar es para caer en la fosa.
Ni amenazas ni mordazas, los alcalaínos seguirán conociendo toda la verdad, y nada más que la verdad.
Así, desde Soy de Alcalá, como medio de comunicación que somos, el cual debe abogar por la transparencia, la verdad y la integridad, decidimos hacer pública esta información, para que los alcalaínos pudierais comprobar, de primera mano, la clase de personas que lideran nuestra ciudad. Esos que dicen representarnos, pero que ante una crisis prefieren salvar su trasero, arrasen con lo que arrasen.
Y, ¿qué respuesta creéis que obtuvimos por parte de nuestro Ayuntamiento? Os puedo asegurar que repartieron de todo menos flores. Nuestro maravilloso consistorio, lejos de reconocer que, quizá, esta subida indecente de sueldos, en plena pandemia, no había sido la mejor solución. O simplemente reconocer, públicamente, que querían rellenarse más los bolsillos, decidieron emplear su poder para castigarnos. ¿Cómo? Con la peor venganza que un político, o cualquier persona de esta sociedad, puede aplicar: la censura.
Jugando al juego del poder supremo, nuestros políticos, esos que deben respetar el bien común, y los derechos fundamentales que toda persona tiene, como el que recoge el Artículo 20, en el primer punto, apartado a): “Se reconocen y protegen los derechos a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito, o cualquier otro medio de reproducción”, decidieron iniciar una estrategia para hundirnos.
En primer lugar, empezaron a repartir las campañas publicitarias por otros medios que no les generaban problemas, a los que tenían bajo sus alas, o sus garras, mejor dicho. Cerca de 800.000 euros fueron distribuidos por los medios más sumisos, aquellos en los que solo se reflejan las hazañas de nuestro alcalde y su séquito, para que no te enteres de que, detrás de cada éxito, hay una mentira.
Gracias a este reparto tan equitativo, desde Soy-de.com tuvimos que cerrar una revista muy preciada: Muy de Alcalá, en la que incluíamos contenido de lo más variopinto con un eje en común: toda la información estaba dedicada exclusivamente a nuestros vecinos, y a que conocieran todos y cada uno de los entresijos de Alcalá. Os podéis imaginar por qué consiguieron cerrarla ¿verdad?
Pero, lejos de quedarse a gusto, desde el Ayuntamiento decidieron dar su segunda estacada. ¿Cuál? Dejar de respondernos. Si yo quiero contrastar una información, dar más detalles sobre algunas noticias o, simplemente, hablar con algún miembro del consistorio, no puedo. Bueno, poder puedo, pero me voy a montar un monólogo monumental. Han creado un muro que parece infranqueable.
Intentan censurar al periódico que más tirada tiene en Alcalá, que ofrece la información sin tapujos, y que intenta cumplir la misión que, como medio de comunicación, guarda para con los ciudadanos. Que vosotros, señores políticos, no cumpláis con vuestro cometido, no quiere decir que el resto no deba hacerlo, y, sobre todo, ni soñéis que vamos a dejar que nos silenciéis. Seguiremos en pie, y cada vez más fuertes. Ni amenazas ni mordazas, los alcalaínos seguirán conociendo toda la verdad, y nada más que la verdad.
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