Entrenar a un filial es complicado y más si se trata del Inter Movistar, uno de los equipos más grandes de fútbol sala. “Supone una gran responsabilidad y una suerte a la vez”, afirmaba el técnico. “No siento más presión que la que pueda meterme yo mismo.”
“Pagamos el peaje de la inexperiencia muchas veces”, confesaba el entrenador y es que su plantilla es una de las más jóvenes de la categoría. Hándicap de ser un filial por un lado y enorme valor que supone lo obtenido por otro, ya que se trabaja con jugadores muy jóvenes que salen de su etapa juvenil y “el cambio a una división como la segunda B es muy grande.”
El equipo se había marcado como objetivo al inicio de la temporada entrar en el playoff de ascenso a Segunda División. “No es nada fácil conseguirlo”, aseguraba el técnico tras lograr la hazaña. El comienzo no fue el soñado, aunque “las sensaciones en cuanto al juego eran buenas.” Una vez superado un dubitativo comienzo, el equipo consiguió diez victorias seguidas, pero el parón por la pandemia cortó en seco su racha victoriosa: “estábamos en una buena dinámica en cuanto a todo y no veíamos el límite”, admitía Antonio.
El regreso a los entrenamientos para preparar el playoff de ascenso fue “un poco extraño y frío”, debido a los grandes protocolos de seguridad. Pero sin duda eso no iba a quitar la ilusión y las ganas con las que los jugadores afrontan las eliminatorias a un solo partido, cuestión esta que hace que “todo sea muy incierto.” Su primer rival será El Valle, equipo muy experimentado que ya ganó al filial en la ida y que cuenta con jugadores veteranos que conocen bien la categoría y cometen pocos errores. Fernández no se amedranta, “somos un equipo que arriesga mucho en defensa y ataque y no vamos a perder nuestro estilo” afirmando también que jugarán sin ningún complejo y sin miedo a fallar.
Hecho histórico para el club
Pero sin duda, el objetivo principal de este conjunto es la formación de jugadores buscando su salto al primer equipo. “Cuando un chico da el salto, un juvenil sube con nosotros y es una espiral de oportunidades para todos los chicos de La Academia”. El técnico ve futuro en la cantera ya que cuenta con buenos cuerpos técnicos, muy implicados, y chicos con mucha calidad. “Se van viendo frutos poco a poco,” reconocía.
Por último, el entrenador del filial mandó un mensaje a la afición de agradecimiento: “esta temporada les hemos sentido más que nunca y esperamos darles una alegría que también ellos merecen.”