La Cátedra de Medio Ambiente de la Fundación General de la Universidad de Alcalá y la empresa de cultivo de aromáticas más importante de la Alcarria, Hnos. Corral Manzano, acaban de firmar un convenio de colaboración, con el objetivo de buscar una mayor sostenibilidad en sus plantaciones, concretamente, de lavanda.
El acuerdo se alcanza en el marco del proyecto europeo Lignobiolife, liderado por la Cátedra, que trabaja en la obtención, a partir de los residuos forestales, de vinagre de madera, un herbicida natural que sustituiría en determinadas aplicaciones al polémico glifosato. Además, se obtiene en el proceso el Biochar, un mejorante edáfico que dura cientos de años en el suelo.
“Tenemos gran interés en la mejora de la sostenibilidad de las prácticas agrarias de la lavanda que es un cultivo en crecimiento y muy ligado a un uso sostenible de la tierra. Además, es imprescindible reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos en el mundo agrario y buscar sustitutos viables para el agricultor”, señala el doctor Juan Luis Aguirre, director técnico de la Cátedra de Medio Ambiente.
A lo largo de los dos años de andadura del proyecto, ya ha podido comprobarse la eficacia ambos bioproductos. De hecho, con este nuevo convenio, la conocida empresa de aromáticas se une a los ya establecidos para su aplicación con la Cooperativa Agraria Santa María Magdalena, dedicada a la elaboración de vinos de calidad, y la Denominación de Origen de vinos de Mondéjar, también en la provincia de Guadalajara.
Es imprescindible reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos en el mundo agrario y buscar sustitutos viables para el agricultor
La Cátedra de Medio Ambiente de la Fundación General de la Universidad de Alcalá es un referente europeo en la investigación y aplicación del ‘wood vinegar’ o vinagre de madera como herbicida natural en sustitución de otros con contenido de glifosato, cada vez más rechazado a nivel internacional.
Junto al vinagre de madera, estudia también las aplicaciones de otros dos productos, procedentes ambos de residuos agrícolas y forestales de madera: el mencionado mejorante de suelos de cultivo Biochar y el ‘biobetún’, un betún natural para asfaltado.
El proyecto Lignobiolife cuenta con un presupuesto de 1,3 millones de euros y en él participan socios de España y Portugal, entre ellos, empresas forestales y grupos de acción local, como ADASUR (Asociación para el Desarrollo Local de la Alcarria Sur de Guadalajara), promotor de estos convenios.
El objetivo último es promover la creación de biorefinerías en estas zonas diana del proyecto que permitan poner en el mercado estos productos naturales y que pueden ser útiles para el control de plagas, la agricultura y obras más sostenibles.