La RSD Alcalá estrenaba la liga como local y lo hacía lejos del Val. Los rojillos se medían al CD Galapagar en la CD Wanda Alcalá con el objetivo de lograr los tres puntos. La lluvia no evitó que la afición, mucha de ella trasladada en los autobuses gratuitos fletados por el club, estuviesen apoyando al equipo en todo momento. Llegaban las 11 de la mañana y empezaba a rodar el balón sobre el verde. Tras unos primeros minutos en los que la lluvia fue protagonista, el Galapagar aprovechó un lanzamiento lateral para hacer el primer gol de la mañana. La contraparte alcalaína llegó con centro de Zotes que remataba David Barca sin encontrar puerta. Poco después era de nuevo Barca el que se quedaba a escasos centímetros de conectar con un balón tocado por Moyano. El equipo seguía incidiendo en busca del empate y Álvaro Portero pudo poner las tablas con una volea que desviaba Gonzalo a córner.
Los jugadores llegaron al descanso de un partido muy disputado y volverían de los vestuarios con la intención de darle la vuelta al partido. En los primeros minutos, el Alcalá apretó y pudo haber sufrido dos penaltis, uno cometido sobre Portero, otro sobre Navarro que no fueron señalados. Los rojillos estaban cercando el área y encerrando a un Galapagar que se defendía con todo. Al poco de superarse la hora de encuentro llegó el segundo tanto de los visitantes. El Galapagar disponía de un saque de esquina que se colaba tras tocar en uno de nuestros defensas. Con media hora por delante y todo en contra, el equipo no se rindió y siguió cargando el área para generar ocasiones de peligro. El tiempo corría y el gol no llegaba. Álvaro Portero tuvo un mano a mano para recortar distancias, pero las malas condiciones por la lluvia y una buena intervención del defensa y el meta rival lograron evitar el gol.
Con el pitido final, la RSD Alcalá cosecha su segunda derrota de la temporada. La próxima semana visitaremos Collado Villalba para medirnos al CUC Villalba. El equipo de Salvachúa buscará romper la mala racha ante el nuevo filial del Rayo Majadahonda.
Los jugadores llegaron al descanso de un partido muy disputado y volverían de los vestuarios con la intención de darle la vuelta al partido
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