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Dulce Navidad en Alcalá
Conocemos de primera mano los deliciosos productos artesanos que triunfan en nuestra ciudad
Alcalá de Henares |

¿Quién no ha combatido nunca el frío con un chocolate con churros en la Churrería Cibeles? ¿Qué niño o niña no ha reclamado nunca una palmera de chocolate mientras paseaba por la calle Mayor? ¿Quién ha esperado a Navidad para comprar turrones, polvorones y hasta roscones? La vida está llena de instantes dulces que todos queremos aprovechar en algún momento. Pero esto son ejemplos de consumiciones que cualquiera puede hacer en otros puntos de la geografía española. Lo que diferencia a nuestra ciudad es la particularidad de sus dulces y la gran oferta que existe en los puntos de venta más referentes. En Soy de te ayudamos a conocer de primera mano cuáles son los productos que endulzan Alcalá de Henares, y dónde puedes encontrarlos.

Endulzando Alcalá

La repostería alcalaína destaca por haber deleitado a sus vecinos y turistas más golosos durante muchos siglos. La historia de sus productos más conocidos se remonta a muchos años atrás. Es la excepcionalidad de esos dulces artesanos lo que ha hecho que su legado continúe hasta la actualidad, siendo ya icono del patrimonio de Alcalá. La fama y calidad de la Costrada, las Almendras o las Rosquillas, atraen cada año a miles de turistas y adictos a los sabores más singulares de la ciudad complutense.

En cuanto a los lugares de venta más famosos de estos productos encontramos la Pastelería Riquelme (C/Ángel, 6), que hace poco cambió su ubicación para poder ofrecer servicio de consumo en el propio local; la confitería artesanal Maüg (C/Mayor, 80), que en enero de 2018 cumplirá 52 años; la pastelería Paraninfo (C/Mayor, 67), que desde hace dos años cuenta también con cafetería; y la Bamby (C/Mayor 79), desde 1974. También tienen un papel muy especial en esto del dulce Las Clarisas de San Diego, que hacen las que seguramente sean las mejores Almendras de Alcalá. En los últimos años, numerosas pastelerías se han ido sumando a la fiebre de las costradas, rosquillas y almendras. Sin embargo, quien ha nacido y se ha criado en las calles de Alcalá, sabe que como en las pastelerías de casa, en ningún sitio.

Hojaldre, crema y merengue: una combinación de escándalo

Las pastelerías Salinas y El Postre fueron consideradas las precursoras de la receta alcalaína de la Costrada. Tras la desaparición de ambas, los comensales locales y venidos de todo el mundo han podido seguir disfrutando de su sabor gracias a la labor de múltiples pastelerías y restaurantes que apuestan por el producto local. La Costrada de Alcalá es un delicioso milhojas de hojaldre, crema y merengue cubierto de almendra picada y gratinada. Una mezcla más que apetecible que en ocasiones se invita aprobar acompañada de natillas.

Con amigos, en familia, aprovechando un trayecto en solitario… cualquier excusa es buena para hacerse con un buen trozo de costrada mientras se pasea por la Calle Mayor o se contempla la belleza de la Plaza Cervantes. Uno de los mayores eventos de la ciudad, el Mercado Medieval (o Cervantino, como a casi ningún alcalaíno le sale llamarlo) es también un punto de venta muy común que los turistas aprovechan para conocer este manjar. Las pastelerías más famosas del centro aprovechan la ocasión para sacar a la calle un puesto con los productos más apetecibles y exclusivos de Alcalá.

La Costrada es, por tanto, una de las señas de identidad de los alcalaínos. Así nos lo hicieron saber en los comercios donde tuvimos la oportunidad de hablar con dueñas y encargadas: “La costrada se vende muy bien”. Y no es de extrañar cuando en los mostradores ves las bandejas llenas de trozos de costrada. ¿Quién puede resistir la tentación?

En la confitería artesanal Maüg ofrecen más de 15 variedades de turrones, entre los que destacan los de yema tostada, de chocolates, de ron o de pasas

Las mejores almendras garrapiñadas

En Alcalá podemos presumir de tener unas embajadoras gastronómicas de gran altura. Son nuestras famosas e inigualables almendras garrapiñadas, que desde el siglo XVIII hacen de las delicias de todos. Su receta parece sencilla, pero muy pocos cuentan con el poderío y la delicadeza para hacerlas. Almendra y almíbar de azúcar tostado demuestras como con dos únicos ingredientes puede hacerse un producto exquisito. Quienes mejor saben de esto son las monjas de clausura del Convento de las Clarisas de San Diego. Su dedicación desde tiempos inmemoriables hace que el consumo de las almendras se convierta también en una ocasión de conocer las curiosidades, tradiciones y el sentido más turístico de Alcalá.

Las Diegas de Alcalá, como también se les conoce, tienen su propio servicio de venta de las almendras que ellas mismas elaboran en tiempos marcados de su instancia en el Convento. Para comprarlas no hace falta más que ir a la Calle Beatas, número 5 (al lado de la Universidad de Alcalá), y entrar a la recepción con la amabilidad con la que ellas mismas te atienden. Encima del torno por el que se tramita el pedido, permanecen expuestas todas las cajas y formatos que las hermanas ofrecen. Sus precios invitan a hacer una parada en este histórico lugar llego de encanto y con un sabor muy apetitoso.

Las Rosquillas de Alcalá

Las tontas, las listas, las de Santa Clara, las francesas… son múltiples las especialidades de rosquillas que se barajan en España, y especialmente en Madrid. Las nuestras son de las “listas”, presentando su característico color amarillo. Hojaldre, huevos y azúcar componen los ingredientes principales de una receta cuyo origen nos remota a la Roma imperial. De forma redonda y con el clásico agujero en el centro, las Rosquillas de Alcalá llevan por encima un glaseado de yema de huevo que las hace irresistibles.

Alcalaínos, turistas, y todo aquel que quiera degustar estas rosquillas, puede hacerlo en cualquier pastelería del centro de la ciudad. De las que venimos hablando, en todas ellas las tienen muy presentes, estando al alcance de la vista de cualquiera que esté paseando por los soportales de la Calle Mayor o entre a los establecimientos en busca de cualquier otro producto. En Maüg, Paraninfo, y Bamby, no fallan como uno de los productos que más se vende. No es de extrañar teniendo en cuenta el apetecible aspecto que tienen. ¡No podrás aguantar las ganas de probarlas! Y, lo mejor de todo, es que ¡no te decepcionarán!

Y para acompañar el café…

Otros de los productos que hacen de nuestra ciudad una cuna de dulces artesanos son las tejas y los penitentes. Las primeras son una especie de pastas, finas y curvadas, que resultan ideales como tentempié ligero. Una vez más, la almendra se convierte en el ingrediente por excelencia de la repostería alcalaína, y le da a las tejas ese sabor tan delicado. Su nombre se debe a su obvio parecido con las piezas que conforman los tejados. Sin embargo, la dueña de la pastelería Maüg quiso dejarnos claro que este no es un dulce típico de Alcalá, como en numerosas ocasiones se da a entender. Queda entonces como una alternativa más, pero sin ser uno de los productos de mayor importancia.

De los penitentes podemos decir que son el gran dulce por excelencia de la Semana Santa alcalaína, sin robarle protagonismo a las clásicas torrijas. Son cucuruchos que pueden ir rellenos de crema, trufa, pistacho, nata… y de penitentes no tienen nada, pues a ver quién es el primero que se resiste a pecar probando este maravilloso postre. Si bien es cierto que en algunas pastelerías, como Maüg, los tienen durante todo el año; en Bamby nos informan de que únicamente suelen tenerlos en la época marcada, pues lo consideran un dulce típico y exclusivo de la Semana Santa.

Además, no pierden protagonismo las deliciosas palmeras de chocolate, trenzas y croissants que cada día se demandan en las pastelerías alcalaínas. Son los tres dulces por excelencia que más se venden fuera de los productos típicos de la ciudad.

Navidad, dulce Navidad

A las puertas de la época más mágica del año, qué mejor que conocer los mejores dulces de Alcalá. Ya sea como colofón a esas largas cenas y comidas que preparamos en estas fechas, o de merienda cualquier tarde navideña, lo que está claro es que en Alcalá no podemos dejar de aprovechar nuestra maravillosa repostería. A parte de los productos ya mencionados, las mejores pastelerías de la ciudad ofrecen ahora los tradicionales Roscones de Reyes.

Las largas colas que se forman cada 5 de enero en la Calle del Ángel a las puertas de la pastelería Riquelme nos dan una clara muestra de la exquisitez con la que se prepara el Roscón de Reyes en Alcalá. Con nata, con trufa, o sin relleno, cualquier variedad es buena para saborearlo. Pero no solo lo compramos la noche de Reyes. Durante semanas antes, y alguna que otra después, los alcalaínos pueden probar los maravillosos roscones artesanos que se elaboran en nuestra ciudad.

En Maüg ofrecen una amplia variedad de turrones que desde ya elaboran para el disfrute de todo aquel que quiera adelantarse a la Navidad. Más de 15 variedades, con el turrón de yema tostada como el que más éxito alberga, pueden encontrarse en esta confitería artesanal. También hacen hasta 6 especialidades de turrones de chocolate, y algunos de ron y pasas. Es el gran éxito del que esta pastelería, a punto de cumplir sus 52 años, presume en fechas navideñas.