Las mascarillas, los guantes y las pantallas de protección se han convertido en algo fundamental para que los profesionales sanitarios realicen su trabajo sin riesgo a contagiarse por el coronavirus. Sin embargo, su uso durante varias horas de manera continuada puede provocar irritaciones en la piel, hematomas e incluso heridas.
Con motivo de ello, el Colegio Santa María de la Providencia ha puesto en marcha sus dos impresoras 3D del colegio para fabricar los salvaorejas, unos pequeños objetos que ayudan a evitar los roces y heridas que se producen en la parte posterior de la oreja y la nariz, como consecuencia del uso diario y durante varias horas de las mascarillas. Ya han realizado donaciones a distintos hospitales como el Ramón y Cajal y el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, pero también han realizado la donación de este material a las personas que se han puesto en contacto con ellos a través de las redes sociales y que forman parte de los profesionales sanitarios que están combatiendo el COVID-19.
La producción de los salvaorejas con estas impresoras es limitado, ya que producen 7 unidades cada 3 horas, por lo que, desde el colegio, piden la colaboración ciudadana a las personas que tengan una impresora 3D para ayudar a la fabricación de estos productos.