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El instituto Francisca de Pedraza se proclama campeón nacional de CANSAT 2023
El centro ha construido un satélite del tamaño de una lata de refresco
Alcalá de Henares |

El desafío CanSat es una iniciativa de la Agencia Espacial Europea que desafía a estudiantes de toda Europa a construir y lanzar un mini satélite del tamaño de una lata de refresco. Consiste en la simulación de un satélite real en un tamaño reducido, en el que hay que adaptar todos los subsistemas principales, como la energía, los sensores, un sistema de comunicación, un paracaídas y un GPS. Cuando el CanSat está listo, se introduce en un cohete y se lanza hasta una altitud de aproximadamente un kilómetro, entonces comienza su misión. Una vez lanzado se tomarán los datos de temperatura, humedad y altitud una vez por segundo durante el vuelo y se enviarán por radiofrecuencia a la estación de tierra.

En la estación de tierra está el grupo de alumnos recogiendo esos datos y preparando un informe estadístico de los mismos. El CANSAT contará con un paracaídas que amortigüe su caída, también diseñado y construido por los alumnos, y mediante el GPS integrado será posible recuperarlo después de su lanzamiento. También será necesario llevar a cabo una misión secundaria, como ejemplo, se mide a través de una cámara infrarroja el índice de vegetación de la zona mientras desciende el satélite.

El proyecto del Instituto Francisa de Pedraza se alzó con el premio nacional y ahora compite en la fase europea que consta de 3 fases

Tras quedar campeones de Madrid, Alba Domínguez, Eric Rebmann, Pablo Madueño, Marco Lorenzo y José Manuel Argüello, alumnos de 3º y 4º de la ESO, pusieron rumbo a Granada donde se disputaban el premio nacional. Durante este periodo, los equipos seleccionados, debían entregar a ESERO su Informe de Pre Lanzamiento.

Todos los CanSats de los equipos finalistas se lanzarán a través de un cohete hasta una altura de entre 500 y 1000 metros. Los CanSats se separarán del cohete y empezarán a descender, realizando sus misiones y consiguiendo un aterrizaje seguro. Una vez tomen tierra, los equipos podrán recuperar sus satélites. Después, todos los equipos tendrán tiempo suficiente para analizar los datos obtenidos y preparar su presentación al jurado.

Lo más complicado para estos chicos a nivel software, fue aprender a usar Java y al principio no saber qué herramientas utilizar. Elegir la misión secundaria también fue otro obstáculo, pues querían que fuese ambiciosa y que sirviese de verdad. Otra de las dificultades fue elegir el tamaño del paracaídas, pues necesitaban que cayese a unos 8 metros por segundo para que no sufriese daños en la caída y al no poder imitar las condiciones del lanzamiento se complicaba bastante poder elegir. El proyecto del Instituto Francisa de Pedraza se alzó con el premio nacional y ahora compite en la fase europea que consta de 3 fases. Los equipos seleccionados entregan el informe de pre-lanzamiento a la ESA.