Pepe López, con 61 años, ha permanecido 91 días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Príncipe de Asturias, hasta que este viernes ha conseguido subir a planta. En este centro lleva trabajando desde su inauguración, hace 33 años, como jefe de celadores, de seguridad y orden interno.
Como sanitario, López era persona de riesgo, aunque no se sabe si pudo contagiarse en el propio hospital o fuera del mismo. Sin embargo, su familia, que estuvo en contacto con él durante los primeros días, ha dado negativo en las pruebas.
Pepe empezó a tener dolencias a principios de marzo: “Se encontraba muy cansado, tenía fiebre y escalofríos”, cuenta su hijo Óscar. Le diagnosticaron neumonía y dio positivo en Covid-19 por lo que fue ingresado y aislado en el Hospital. Debido a su mala evolución, los médicos decidieron llevarle a la UCI después de unos días, donde se mantuvo conectado a un respirador.
Aunque Pepe parecía mejorar, el personal sanitario avisó a la familia de que el virus solía atacar dos veces y la segunda de forma más dura. Y así fue. López llegó a alcanzar los 42 grados de fiebre a mediados de abril y dio fallo multiorgánico.
"Nos dijeron que estaban haciendo todo lo posible pero que nos teníamos que poner en el peor de los casos", cuenta su hijo. “Nos íbamos preparando para lo peor pero nunca perdiendo el optimismo", añade.
Contra todo pronóstico, Pepe empezó a mejorar después de unos días "poco a poco". A finales de abril y tras casi dos meses sin poder ver a ningún familiar, el hospital realizó un estricto protocolo para permitir la visita a pacientes que llevaban mucho tiempo con cuidados intensivos, por lo que López pudo ver a su hijo Óscar.
Agradecimiento al personal sanitario
En su recuperación ha sido esencial el trabajo de los profesionales del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares. “Nosotros no podemos estarles más agradecidos porque tanto celadores, como enfermeros o médicos han estado muy pendientes”, afirma Óscar.
En un vídeo, Pepe se muestra agradecido con sus compañeros: “Quería agradecer a todo el equipo de enfermería, de médicos, celadores y demás personal del hospital, lo bien que me han atendido aquí en la Unidad de Cuidados Intensivos. Y bueno, solamente decir que soy un superviviente más del Covid-19”.
Ahora, no tiene fiebre y ha recuperado parte de la movilidad "aunque le faltan fuerzas para levantarse está empezando a recuperar todo”, cuenta su hijo aliviado.