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El nuevo intercambiador de autobús, ¿realidad o politiqueo?
El PSOE pide claridad con el proyecto y Judith Piquet asegura que están en ello

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El PSOE saca el tema del intercambiador en el pleno extraordinario.

Alcalá de Henares |

El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha dado los primeros pasos para conseguir que el nuevo intercambiador de autobuses sea una realidad. Así lo ha asegurado la alcaldesa, Judith Piquet, en una entrevista con Televisión Digital de Madrid, "lo prometió la presidenta Isabel Díaz Ayuso y nos comprometimos nosotros también".

Sin embargo, parece que desde el Partido Socialista no se creen las palabras de la regidora. Es más, durante el pleno extraordinario de hoy, donde el orden del día era votar en contra de la tramitación de una Ley de Amnistía, el portavoz del grupo, Javier Rodríguez Palacios, ha preguntado al Ejecutivo "cómo es posible que transcurridos no tengamos ni una sola noticia [...], cómo es posible que ni se sepa ni se conozca dónde va a ir una estación de autobuses". Preguntas a las que no ha respondido el Gobierno complutense.

Además, los socialistas también lanzaron un comunicado recordando que la Comunidad de Madrid propuso hace años la creación de un intercambiador de transporte en la estación de RENFE de La Garena, así como en la Estación Central. Infraestructuras comprendidas dentro de un plan denominado 'Aparca+T', y que a día de hoy no han visto la luz.

No obstante, las peticiones del PSOE han chirriado en los oídos de la alcaldesa, quien afirmó en la entrevista mencionada la hipocresía de la oposición, "proponen cosas que ellos no han hecho desde hace ocho años, y ahora la exigen de manera inmediata. O se permiten criticar cosas que únicamente dependían de ellos antes de nuestra llegada".

Cabe recordar que antes de que Piquet fuera alcaldesa, en Alcalá estaba gobernando el PSOE con Rodríguez Palacios a la cabeza. Ya entonces apenas se oía hablar de nuevas infraestructuras de transporte, únicamente de las reformas de la estación de Cercanías de Alcalá, proyecto que se aprobó a tan solo un año de las elecciones, que no contemplaba comunicar a toda la ciudad con un acceso norte hasta que no se reclamó por varias vías, y después de haber estado ocho años gobernando.