La última de las misas que el obispado de Alcalá de Henares ha retransmitido desde su canal de Youtube se quiso celebrar como una ceremonia de recuerdo por las víctimas del COVID-19 y sus familias. Fue ayer domingo y, como cada día, se retransmitió desde la Catedral-Magistral de nuestra ciudad.
En la celebración, en la que participaron más de 17.000 personas desde el canal de la diócesis, y otras 40.000 desde Hazte Oir, donde se sumaron a la iniciativa del obispado para hacer de esta celebración "El funeral más grande de la Historia de España".
El obispo complutense, José Antonio Reig Plá, comenzó leyendo la carta que las Oblatas de Cristo Sacerdote le habían remitido, relatando el fallecimiento, en soledad, de la madre María Pilar “en dolorosas circunstancias” porque además las religiosas no pudieron acompañarla ni asistir a su entierro. En este sentido, el prelado alcalaíno recordó "el sufrimiento de tantas personas y familias que no han podido despedir” a sus difuntos. “Son temas tremendos que nos tienen que cuestionar profundamente. Enterrar a los muertos es un signo de civilización. Acompañarles es un criterio de humanidad”, ha subrayado Reig Plá.
Para Reig Plá el COVID 19 “ha puesto en evidencia la fragilidad humana". Para “afrontar con lucidez el sufrimiento, hemos de recuperar la trascendencia de la vida”, ha afirmado el obispo. Para ello, el prelado complutense ha pedido que "no se oculte la muerte” y que, “con las medidas sanitarias oportunas, se promueva el acompañamiento a los enfermos y difuntos”.
“Ahora que se nos invita eufemísticamente a una nueva normalidad y a la reconstrucción de España”, ha señalado Reig, “es bueno que volvamos el corazón a Dios”, ya que, “sobre la roca que es Cristo, se puede poner en pie España, en base a la auténtica libertad”. Una libertad que, para el prelado, consiste en el “respeto a toda vida humana, desde su concepción hasta la muerte natural; la libertad para la educación de la persona, sin ningún tipo de reduccionismo antropológico; recuperar la centralidad de la persona en el mundo del trabajo y favorecer el deber y el derecho al trabajo; el reconocimiento de la familia como sujeto social y sociedad soberana; y procurar el cuidado de los débiles, vulnerables y empobrecidos”.
Además, ha reclamado que se promueva el “respeto exquisito de la libertad religiosa y de culto, cuidando esmeradamente los derechos y deberes de la conciencia moral, el ejercicio de la caridad política y el ejercicio del bien común”. “Honraremos así a nuestros hermanos difuntos, haciéndoles saber que su esfuerzo por levantar España no fue en vano”, ha subrayado. Además, el obispo ha pedido a la Virgen “que asista a los políticos y ampare a los que trabajan en el campo de la Salud, a todos los que nos protegen y cuidan”.