Durante el duro confinamiento, Ernesto había salido a dar un paseo en bicicleta con sus hijas. Cuando llegó a casa, el teléfono echaba humo: la Real Federación Madrileña de Fútbol (RFFM) había hecho oficial que la AD Complutense ascendía al Grupo VII de la Tercera División. “Lo habían escrito en el grupo que tenemos y sentí una gran alegría porque ha costado mucho formar este equipo y se ha trabajado duro durante estos meses”, dice emocionado.
Gallardo llegó al club en 2017 de la mano del presidente Andrés Pizarro en una situación complicada, con el propósito de salvar al equipo y construir un nuevo proyecto a largo plazo: “llegué a un club que lo estaba pasando mal y se sufrió mucho prácticamente hasta el final para salvar la categoría”, afirma. En la temporada 2018/19 se consiguió mejorar la situación, acabando en mitad de la tabla. Esta campaña se dio la gran campanada: “fue a raíz de terminar la primera vuelta cuando empezamos a pensar que íbamos a estar arriba hasta el final, pero nada cambió en nuestra forma de entrenar y competir”
El entrenador complutense señala que uno de los secretos del éxito radica en que en el Complu no existe la figura de Director Deportivo. “El Presidente me dio total libertad y confianza para elegir a cada jugador, ateniéndome a las posibilidades económicas del club”. De esta forma, trató de buscar un perfil joven con ganas de jugar en preferente; futbolistas que hubieran coincidido anteriormente en otros clubes, a los que poder sumar algún veterano que les diera un salto de calidad y ayudara a cohesionar el grupo. “Y salió bien” dice Ernesto con orgullo. Gallardo no duda en señalar que esta hazaña se ha conseguido ante todo por el trabajo diario. “Es un club bien organizado en el que, a partir de la figura del presidente, todos sabemos cuál es nuestro sitio y siempre hay esa actitud y disponibilidad para ayudar”, destaca.
Nuestro objetivo no era estar ahí arriba
El equipo comenzó lanzado esta temporada, pero sin presiones. “Nuestro objetivo no era estar ahí arriba, entonces había tranquilidad.” Cuando acabó la primera vuelta empezaron a pensar que eran capaces de estar arriba hasta el final pero nada cambió en su forma de entrenar y competir, siguieron con los pies en la tierra: “el equipo trabajó al cien por cien desde el primer día.” Y no hubo solamente victorias. En noviembre llegaron unas jornadas difíciles, costaba ganar, pero el equipo fue capaz de romper la mala dinámica: “el secreto fue la confianza, pusimos el foco en reforzar nuestras virtudes más que nunca.” Ernesto destaca que el partido contra el Dosa, después de dos derrotas seguidas, fue clave “rompimos nuestra única dinámica negativa y a partir de ahí sacamos 6 victorias consecutivas.” Cuando el trabajo es bueno, los resultados acompañan. Sacaron puntos clave contra rivales muy complicados: “en campos como Canillas, Tres Cantos, San Roque se sacaron en los últimos minutos los partidos (…) Este equipo nunca se ha rendido en ningún campo.” Pero llegó la pandemia y, aunque el equipo estaba en todo lo alto de la clasificación, surgió esa incertidumbre que te hace no saber qué puede ocurrir, hasta que llegó la ansiada resolución: El AD Complutense, era equipo de Tercera División.
Y el próximo año es posible que Alcalá cuente con dos equipos en esta categoría (si es que la RSD Alcalá no consigue el deseado ascenso a 2ª B, cosa que todos deseamos). Con ello crecerá el nivel futbolístico en la ciudad. “Se hablará más de Alcalá a nivel deportivo y estoy seguro que aumentará el número de seguidores. Los partidos a disputar entre ambos equipos serían un buen motivo para juntar a todos los aficionados al fútbol“,nos dice Ernesto Gallardo.
Por último, el entrenador complutense manda un mensaje a la afición: “Decirles que el fútbol volverá pronto, y que les esperamos". Ernesto ha querido, asimismo, "dar las gracias a todos aquellos que nos han seguido estos meses y han acudido a nuestro campo." Señala también la importancia de que la próxima temporada la afición haga del Recinto Ferial una fortaleza.
Y no se olvida del Presidente del club, cuerpo técnico, jugadores y de su mujer: “agradecer a Andrés su confianza y el buen trabajo no solo de mis jugadores sino del resto del cuerpo técnico, Fonseca, Jabo, Miguel, Padilla y Luis. Sin duda he estado bien rodeado y por supuesto, agradecer a mi mujer Sandra todo lo que hace para que yo pueda disfrutar del fútbol cada día.”
Toda una lección de cómo un club y un entrenador crecen desde el trabajo y la humildad.