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Este mes viajamos hasta Hermosillo, en México, con Noemí López
Viajamos hasta el caluroso paraje de Hermosillo, en México con Noemí López Ejeda. Nuestra vecina tiene ahora 28 años y se desplazó hasta este exótico país para acabar su tesis doctoral
Alcalá de Henares |

Arrancamos el mes de julio de la mano de nuestra bióloga que se encuentra al otro lado del charco, concretamente en México. Noemí López se encuentra en Hermosillo, Estado de Sonora situado al noroeste de México, haciendo su tesis doctoral. “Estoy analizando niños y niñas entre 6 y 15 años en ambos países. Valoro su estado nutricional a través de mediciones antropométricas y hago cuestionarios sobre hábitos de alimentación, ejercicio físico y sueño, y además les extraigo una muestra de ADN buscando genes determinados asociados a adultos con obesidad”, nos explica nuestra alcalaína.

El sol traicionero mexicano

En el tiempo que lleva Noemí fuera las anécdotas se han sucedido una detras de otra. Una de ellas, nos cuenta, es que “me invitaron a ir a la playa, y me preparé como cualquier española se prepara para un día de playa: crema factor 50, chanclas, bikini y mi vestido. Para sorpresa mía, cuando llegué vi que para llegar a la orilla de la playa, había que atravesar varias dunas de arena y allí se hacía practicando “sandboard”. La gente iba equipada con ropa larga, zapatillas y gorro, y yo acabé achicharrada por lo caliente que estaba la arena. ¡Mis pies acabaron hinchados y rojos!. Es cierto que en México la flora y la fauna no es como en España, aquí todo es venenoso o malo para nuestra salud. Nuestra alcalaína nos cuenta que tras la aventura de la inquilina anterior con un escorpión, que al final crió entre su ropa, afirma que vive un poco aterrada por encontrarse algún bicho de estos, “vivo obsesionada con encontrarme algún alacrán en alguna parte, duermo con la cama separada de la pared y al abrir los armarios doy golpes con una escoba”, nos explica Noemí.

¡Viva España y sus tapeos!

Nuestra vecina confiesa que en México se siente muy bien, que la gente es muy familiar y hospitalaria y que vivir aquí es muy agradable, pero no puede evitar recordar ansiosamente las tardes de cervezas y tapeos por su ciudad, “no hay bares como en España, ¡Ni tapas!; Hay restaurantes, cafeterías o kioskos donde puedes comprar bebidas frías por docenas y llevártelas a casa”. Nuestra alcalaína echa de menos a su familia y amigos, pero nos ha afirmado y confesado que hay otra cosa que echa mucho de menos de España: el pan. “Las tortillas me encantan pero se echa de menos unas buenas tostadas de pan de barra para desayunar o un buen bocata. Aquí como mucho se puede encontrar un pan con forma de barra pero tiene consistencia de pan de perritos calientes, nada que ver con las barras de pan de España”, nos explica entristecida. Noemí tiene claro que volverá a España y será dentro de poco. No obstante, nos confiesa que volverá con una mezcla de pena y alegría cuando la beca que le concedieron se le acabe. ¡Te esperamos con los brazos abiertos Noemí!

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