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Hijos de nuestra Alcalá
Nuestra ciudad ha sido la cuna de ilustres personajes
Alcalá de Henares |

Nuestra milenaria ciudad, ha sido la cuna de ilustres personajes. No solo de Cervantes vive Alcalá, sino también de otros grandes como fueron Alonso Carrillo, Francisco Díaz o la propia Reina de Inglaterra: Catalina de Aragón. Con esta breve reseña de sus vidas, pretendemos rendirle un más que sobrado homenaje. Que así sea.

Alonso Carrillo: Nacido en 1553 en el seno de una familia noble local. Pronto ingresó en los jesuitas, formándose en teología, lenguas y gramática. Fue destinado como consejero del Rey de Rumanía -Segismundo Bathory- y tras la abdicación de este, obtuvo diversos cargos de importancia como confesor del archiduque austriaco. Tras años de encontrarse en lo más alto de la nobleza europea, se traslada en 1614 a Roma para cumplir con sus últimos servicios a la Iglesia Católica, falleciendo finalmente en la “città eterna” en 1628.

Francisco Díaz: Nacido en 1527, se formó en la universidad de nuestra ciudad en la cual conoció a médicos de primer nivel como Francisco Vallés o Fernando de Mena, y tras asistir a otros centros educativos como la Universidad de Valencia, se convertiría en el galeno más importante del reino.

 El objetivo es homenajear a los personajes ilustrados que influyeron en nuestra ciudad

Durante su carrera como cirujano y profesor- fue docente en la misma Universidad en la cual estudió-, realizó una gran labor investigativa redactando más de ciento cuarentaiséis tratados de medicina. Por si todo esto fuese poco, diseñó diversos instrumentos quirúrgicos como el catéter. En el año 1570, fue nombrado médico de su majestad el rey Felipe II. Tras largos años sirviendo a la Corona, acabaría falleciendo en 1590.

Catalina de Aragón: Hija de los Reyes Católicos, nació en el Palacio Arzobispal en 1485. Catalina, estaba destinada a llevar una vida de sufrimiento provocada por el matrimonio con el rey inglés, Enrique VIII. Famoso por decapitar a varias de sus mujeres, al no obtener por parte del Papa de Roma el divorcio con Catalina, creó la Iglesia Anglicana. A partir de entonces, repudiada por el rey, vivió apartada de la corte en el castillo de Kimbolton, lugar donde falleció en 1536. A día de hoy, sus restos mortales descansan en la Catedral de Peterborough.