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La otra virgen alcalaína: Nuestra Señora de la Piedad
Descubrimos los orígenes de nuestra Semana Santa
Alcalá de Henares |

En este mes de abril, regresan de nuevo los festejos religiosos con la llegada de la Semana Santa. Declarada fiesta de Interés Turístico Regional, esta celebración remonta sus orígenes en nuestra ciudad desde el siglo XVI. Por ello, como nuestros lectores sabrán, hace unos meses dedicamos un artículo a la aparición de la Virgen del Val, patrona de nuestra ciudad. Sin embargo, parece ser que no ha sido la única venida de la Virgen en Alcalá.

La revelación dada en sueños

La leyenda nos hace viajar hasta el siglo XVIII. Aquí, dos mujeres las cuales no se conocían entre sí, relatan un mismo hecho extraordinario. Ambas afirman qué durante lo más profundo de la noche, sueñan con una imagen de una Virgen, morena y con un peculiar lunar en la mejilla. Así mismo, la Virgen les muestra una cueva cercana al Cerro de la Veracruz como el lugar en el cual se encuentra escondida su imagen.

Las mujeres cuentan su historia

Tras la revelación, una de las mujeres decidió pedir audiencia con el rector del Colegio de los Mercedarios Descalzos y contarle lo que le había sucedido. Sin embargo, tras conseguir que este le atendiese, tuvo que marcharse sin conseguir nada puesto que no fue capaz de conseguir ser creída. Debido a esto, desesperada, marcha a hablar con el ermitaño de una antigua Ermita ubicada en las cercanías del actual monumento dedicado a Manuel Azaña. Éste fingió no creerla para luego más tarde, marchar en secreto hacia el lugar donde supuestamente se hallaba la imagen de la Virgen. Tras lo que suponemos fueron horas de búsqueda, al final este fue capaz de dar con ella y llevársela de forma oculta. No obstante, la suerte estaba del lado de las testigos, puesto que la segunda mujer acudió a su confesor de confianza para contarle lo que había visto en sueños. Este religioso, perteneciente a la orden de los Mercedarios, remitió los hechos de nuevo al rector. Debido a la repetición de testimonios, el rector decidió emprender una investigación para determinar cuánto de verdad había en ellos.

El ermitaño es atrapado

Los padres mercedarios acudieron al Cerro de la Veracruz, sin embargo como sabemos, allí ya no había nada puesto que el ermitaño se les había adelantado. En el momento en el cual el descredito hacia la existencia de la supuesta imagen de la Virgen crecía, un testigo afirmó haber visto a nuestro ermitaño, llevarse la imagen de la Virgen que todo el mundo buscaba. De esta manera, se consiguió recuperarla y durante mucho tiempo estuvo en el Convento de la Merced Descalza, hasta que el siglo XIX con sus desamortizaciones y el cierre del Colegio, hicieron que se perdiese su pista.