Este navegador no soporta este formato de vídeo.
Manuel Domínguez Rodrigo es catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alcalá y lleva treinta años investigando sobre el origen de nuestra especie en el continente africano. En Televisión de Madrid hablamos con él sobre la labor que desarrolla como codirector de IDEA, el Instituto de la Evolución Humana en África asociado a la Universidad de Alcalá y los distintos proyectos de investigación en los que actualmente está inmerso.
Manuel es experto en paleoantropología, la disciplina que investiga la trayectoria evolutiva de los seres humanos, y tafonomía el estudio los procesos que intervienen desde que muere un organismo hasta que es recuperado en un yacimiento. Desarrolla estas dos especialidades en IDEA, Instituto del que es codirector. Esta institución se centra en la investigación en África, “es donde empezó todo allí aparecieron las primeras criaturas bípedas, nuestros primeros antepasados, allí es donde se escindió la rama evolutiva de los chimpancés de la rama que conduce al ser humano actual” explica Dominguez Rodrigo.
En África hay una gran cantidad de zonas que han preservado un registro muy rico de distintas fases de la evolución. En IDEA llevan 30 años trabajando allí y en 2006 consiguieron entrar en la garganta de Olduvay, en Tanzania uno de los lugares paradigmáticos de la investigación en este campo. “Es un lugar excepcional porque se dieron las circunstancias que facilitan la preservación de una gran cantidad de yacimientos arqueológicos. La mayor parte de los yacimientos se concentran en una zona concreta, si nos trasladamos dos millones de años atrás veríamos que en este área convergen varios ecotonos, distintos tipos de hábitats, regulados por el acceso a un recursos esencial para la vida como es el agua” apunta Manuel.
Queremos ver cómo surgen las estructuras comunes a todos los seres humanos, qué es lo que empujó a un grupo de seres humanos primitivos a comportarse de manera social
En Olduvay el equipo de IDEA está excavando un conjunto de yacimientos que permiten ver como esos grupos humanos primitivos se movían en un entorno restringido. “estudiamos que hacían cuando necesitaban herramientas, que hacían para conseguir alimento como lo consumían, ver la capacidad de planificar de proyectarse en el tiempo, en esencia como surge la mente humana, como surgen formas de organización social, de interacción a nivel de grupo. En definitiva queremos ver cómo surgen las estructuras comunes a los seres humanos, qué es lo que empujó a un grupo de seres humanos primitivos a comportarse de manera social”.
Gracias a los últimos avances en técnicas arqueológicas, lo que Manuel denomina “arqueología Star Treck” y un estudio multidisciplinar en colaboración con el IMT de Nueva York y la Universidad de Copenhague han conseguido realizar un estudio de biomarcadores, “son una serie de moléculas de elementos orgánicos que existieron hace millones de años que permiten especular sobre el uso de fuentes termales como una herramientas que estos seres humanos primitivos emplearon para procesar alimentos. Esto significaría –aclara Manuel- situar el cocinado de alimentos un millón de años antes de la aparición del fuego”
Aunque por la situación pandémica actual este ha sido el primer año que no han podido ir a excavar a Tanzania, Dominguez Rodrigo afirma que la paleoantropología es un campo con mucho futuro “que nunca ha estado mejor en la cantidad de técnicas y disciplinas, nunca hemos sabido tanto de nuestro pasado. Ahora podemos plantearnos preguntas que hace diez o quince años no teníamos medios para hacernos. Además en España, en este campo somos una primera potencia con diversos proyectos e instituciones que están despuntando a nivel internacional”. Concluye Manuel. Desde IDEA también contribuyen a la difusión y avance de esta disciplina ofertando diversos cursos de formación especializada y genérica para permitir la aproximación al origen de nuestra especie.