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Un 20 de agosto de 2008 Rafael Vidal se subió a un avión. Si unas horas antes de que despegara le hubieran dicho que aquello iba a cambiarle la vida, probablemente no se lo hubiera creído. Ese avión de la compañía Spanair se estrelló y Rafael fue uno de los 18 supervivientes de la mayor catástrofe de la aviación española de las últimas décadas. El accidente le cambió la vida, pero gracias a su creatividad y a una enorme capacidad de superación, Rafa siguió adelante y convirtió su experiencia durante el largo proceso de recuperación en INDESmed, la empresa que fabrica las muletas más ligeras del mundo.
El joven alcalaíno recibe al equipo de Televisión de Madrid en la oficina de INDESmed en Serracines. Bueno… oficina, almacén y laboratorio, todo ello dentro de un garaje, emulando los inicios de los grandes genios empresariales de nuestro tiempo. Mientras nos muestra los entresijos de INDESmed y conocemos al resto del equipo, nos explican la filosofía de la empresa “poner la técnica al servicio del paciente”.
Salta a la vista que Rafa no es un tipo convencional, él se define como “una persona muy creativa, muy echada para adelante”. Estudió ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad de Alcalá y después de terminar la carrera comenzó a trabajar en el departamento de I+D de una empresa. En ese momento, afirma Rafael “no podía imaginarme que todo iba a cambiar de golpe y mucho menos que después del accidente iba a terminar montando mi empresa”.
De aquel 20 de agosto de 2008 Rafa nos cuenta que a día de hoy “sigue siendo algo muy difícil de entender, incluso para quienes sufren este tipo de situaciones, hay gente que no lo ha asimilado todavía. Yo siempre lo comparo con las películas de la Segunda Guerra Mundial. Fue una catástrofe, falleció muchísima gente, es algo que te lleva al límite. Además, hubo muchos fallos, tardaron 45 minutos en atendernos, es algo que no te puedes explicar que ocurra en el aeropuerto de Barajas”.
Tuve que estar muchos años con muletas. Eso fue lo que me hizo empezar con la empresa, sumado a las ganas de emprender y de ayudar
Para Rafael “el accidente, fue una torta en la cara, pero la vida viene como viene y lo que cuenta es la capacidad de levantarse. En ese sentido estoy orgulloso de haber sido capaz de afrontarlo y de haber continuado hacia adelante”. “Afortunadamente en mi caso” - continúa Rafa - “no sufrí ningún daño crítico, pero sí tuve muchas fracturas en la espalda, en las piernas... Con la mala suerte de que se me quedó una fractura abierta en la tibia que son muy difíciles de curar. Después para recuperarme he pasado por 16 operaciones y tuve que estar muchos años con muletas. Eso fue lo que me hizo empezar con la empresa, sumado a las ganas de ayudar a la gente y el gusanillo de otras iniciativas empresariales que había comenzado, pero que fracasaron”.
Entre operación y operación, Rafael se puso a trabajar en un nuevo prototipo de muleta porque le parecían un “instrumento de tortura”. “Con las muletas me dolían las manos, las muñecas y me puse investigar, a hacer dibujos”, así fue como poco a poco fue surgiendo INDESmed, que en la actualidad comercializa sus productos en más de 25 países. INDESmed nace con la vocación de ayudar, por eso están desarrollando su portfolio en tres líneas de acción: Ayudas a la movilidad, ayudas a la audición y ayudas a la visión. “Según vayamos cerrando el porfolio de productos, la empresa ira creciendo y esperamos que mucho” afirma Rafael.
A simple vista los productos de INDESmed llaman la atención por su colorido, pero por ejemplo, en el caso de la muleta “lo importante es lo que no se ve: la funcionalidad y la ergonomía” -señala Rafa- “te duele menos la mano y no provoca tendinitis en un uso continuado”. Para el equipo de INDESmed, el centro de su trabajo son las personas, los pacientes que se benefician de sus productos. “Recibimos mensajes muy positivos de los clientes, que te digan “me estas ayudando en el día a día, me estás haciendo la vida más fácil”, es algo que nos llena de orgullo” concluye Rafael.