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La concejala de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, Orlena de Miguel, ha anunciado que el Consistorio estudia “muy seriamente” demandar al anterior Gobierno socialista de Javier Rodríguez Palacios por “mantener y adjudicar” la concesión del servicio de la grúa municipal en una parcela calificada de zona verde, lo cual podría constituir un posible delito de “prevaricación medioambiental”.
Según fuentes del Gobierno actual, en el Plan Parcial de Urbanismo de Alcalá de Henares aprobado en el año 2000 consta que la parcela donde el anterior equipo de Gobierno “mantuvo y adjudico” el depósito de los coches retirados por la grúa municipal está calificada como un “sistema de espacios libres de sistemas generales”.
Esto se traduce en que, según la normativa de este tipo de usos, solo se podrán instalar en estas parcelas “espacios verdes y libres, pequeños kioscos de música, pequeños bares, casetas de aseos o de guardas y auditorios al aire libre o similares”. Sin embargo, según el Ejecutivo popular, se han encontrado con que el ex alcalde Javier Rodríguez Palacios y el concejal Alberto Blázquez han consentido que haya un depósito de coches de la grúa municipal en un lugar que, en principio, no reunía los requisitos para ello y destinado a usos de zona verde.
De Miguel también ha aprovechado su intervención para denunciar la ausencia de Rodríguez Palacios y el supuesto abandono de sus funciones, ya que no solo se ausenta de la Junta de Portavoces, sino que tampoco acude a otros actos institucionales como son la última concentración contra la violencia machista celebrada frente al Ayuntamiento el 28 de diciembre o el Consejo de Administración de Alcalá Desarrollo. Esta ausencia se une a otras relevantes como no acudir al acto de homenaje a la Constitución española celebrado el 5 de diciembre en el Salón de Plenos.
Así, desde el PP consideran que Rodríguez Palacios debería dimitir "si no va a aparecer en el Ayuntamiento", y así de paso a otra persona que sí tenga tiempo para dedicarse a Alcalá. “Una ciudad como la nuestra no puede permitirse el lujo de tener un portavoz de la oposición invisible, que hace su trabajo a tiempo parcial y no aparece por el órgano más importante que hay para abordar qué asuntos van al Pleno municipal”, asevera De Miguel.
“El pseudo portavoz del PSOE es, en realidad, un holograma, una realidad virtual, el ChatGPT de la política complutense, alguien que dice estar, pero no está nunca", mantiene la concejala, añadiendo que “Rodríguez se comporta como si fuera un trabajador fijo-discontinuo de este Ayuntamiento, más discontinuo que fijo”.