Choque entre segundo (Rugby Alcalá) y tercero (Olímpico de Pozuelo) de la tabla. Pasara lo que pasara, eso iba a seguir así. Pero los rojillos tenían la oportunidad de ganar y dejar, prácticamente, sentenciada la segunda plaza a cuatro jornadas para el final de Liga.
Olímpico sabía que la situación era complicada y por eso solo le valía la victoria. La buscó más que su rival y, desde luego, cometió menos errores. Por eso acabó ganando.
Todo empezó con Alcalá volcado sobre campo contrario. Varias acometidas de delantera no llegaron a culminar, algo que acabarían pagando los rojillos en la última jugada. Así que se decidieron por un chut a palos que Podesta no fallaría para el 0-3. Sin embargo, poco después, los de Pozuelo robaron una melé en su campo para que recogiese la pelota el rapidísimo Rascón y metiese debajo de los palos con una acción que él mismo transformó para el 7-3.
Tras el primer intercambio de golpes los dos equipos jugaron más en medio campo que en zona peligrosa. Solo una magnífica acción del rojillo Martín con un pase imposible sobre Asier rompía la igualdad de juego (7-8). Pero si golpeaba uno, contestaba el otro. Así, Olímpico volvía a aprovechar un fallo defensivo en la zaga visitante y su apertura Sergio Rivero entraba solo en la marca para establecer el 14-8. Pero Alcalá contestaba antes del descanso con otra gran carrera de Asier que ponía el 14-13 al receso.
El Olímpico de Pozuelo sabía que la situación era complicada porque sólo le valía la victoria y salió a buscarla más que su rival
A la vuelta de vestuarios más centrocampismo que solo se rompía con dos golpes de castigo de Podesta para poner por delante al Rugby Alcalá (14-19). Pero, de nuevo, Olímpico contestaba, un nuevo desajuste defensivo rojillo, con un ensayo de Andreu para el empate a 19.
Cuatro minutos después llegó quizá la jugada más desgraciada para los rojillos que, jugando en 22 contraria, perdieron un balón imposible que recuperó Najera que servía en bandeja a Gil para el ensayo. Un golpe de castigo posterior les daba una ventaja de 8 puntos (27-19) a más de un ensayo transformado a falta de diez minutos.
Alcalá supo ser paciente, esta vez, y demostró querer ganar. Primero con un golpe de castigo de Podesta, para reducir las distancias (27-22) y después con un asedio total sobre la marca rival. Hasta dos jugadores de Olímpico salieron con amarilla de esa defensa pero una y otra vez los alcalaínos se chocaron contra el muro de Pozuelo y no lograron romperlo.
Con este resultado la clasificación se aprieta y Alcalá cuenta con tres puntos más sobre Olímpico de Pozuelo, además de la ventaja en el average particular. El siguiente compromiso de los rojillos será en casa frente a Hortaleza el próximo sábado, 4 de marzo, a las 17:00 horas en el Municipal de Rugby Luisón Abad de Alcalá de Henares.
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