La Mancomunidad del Este ha fijado el día 27 como la fecha en la que el vertedero de Alcalá de Henares no recibirá más basura (al menos teóricamente, ya que seguirán entrando camiones para separar los residuos en una instalación que se está construyendo por un precio que ronda el millón de euros). Pero, pese a saber que el basurero se colmataba desde hace muchos meses (años, incluso), el presidente de la Mancomunidad y alcalde de Alcalá de Henares no tiene una solución alternativa para llevar los desechos de los más de 700.000 habitantes que conforman los 31 municipios mancomunados.
Y es que, desde 2018, Rodríguez Palacios pretende llevar los residuos a Valdemingómez, un vertedero que se ubica en el madrileño barrio de Vallecas. Pero, primero Carmena y después Villacís, se han negado en redondo a que esto suceda. En el caso de la portavoz de Ciudadanos, su negativa se ha llevado a cabo pese a que su socio en el gobierno de la capital, el alcalde popular, José Luis Martínez Almeida, haya aceptado recibir las basuras del Este a un precio de más 30 euros por tonelada y con el compromiso de poder enviar el mismo volumen después a la planta que la Mancomunidad construye en Loeches.
Así las cosas, la Mancomunidad ha buscado diferentes opciones, según explicó su presidente la pasada semana, desde llevar las basuras a Toledo (aunque al no contar con el beneplácito de su alcaldesa, tampoco será posible) hasta hacerlo en el vaso que acompañará a la planta de Loeches (en este caso, Rodríguez Palacios afirma que es la Comunidad de Madrid la que se niega, mientras que fuentes del gobierno regional aseguran que no han recibido un informe detallado a este respecto). Pero ninguna de las opciones parece poderse llevar a cabo y la solución más razonable sigue pareciendo Valdemingómez, pese a que Begoña Villacís afirma que "hay otras alternativas".
Falta de previsión
La vicealcaldesa de Madrid acusa a la Mancomunidad de no haber planificado bien el cierre del vertedero. Según recoge ABC, Villacís afirmó que "hace siete meses se podía haber iniciado el procedimiento de diferenciar basuras, pero ni eso".
Porque es cierto que, según declaraba Rodríguez Palacios, ahora se está construyendo una instalación en el propio vertedero complutense en el que se separarán los residuos que, hipotéticamente, se llevarán a otro lugar, para reducir el gasto y porque, por ejemplo, Valdemingómez no se hace cargo de según qué desechos. Pero en el basurero de Alcalá los camiones entran y han entrado sin más triaje que el de los propios ciudadanos a la hora de elegir un contenedor u otro.
El caso es que se acaba 2019 y seguimos sin saber dónde acabarán los rabos de las uvas de nochevieja. La Mancomunidad del Este quiere que se haga cargo la Comunidad de Madrid, arguyendo que es un problema que pronto surgirá en el resto de mancomunidades de residuos de la región y que la mayoría de los municipios que la conforman tienen menos de 5.000 habitantes (para los que la gestión de los residuos no es obligatoria). Pero la Comunidad no quiere asumir esa competencia (que no está claro que sea suya, ya que la tiene delegada según la Estrategia de Residuos). Hasta el momento, la Consejería de Medio Ambiente ha venido trabajando como mediadora en un problema para el que no tiene una solución clara y parece que la consejera, Paloma Martín, no quiere que su papel vaya más allá.
Así que, si el vertedero cierra realmente sus puertas la próxima semana y no tenemos otro lugar donde llevar el kilo y medio de residuos que generamos por persona y día, puede que la cabalgata de Reyes se vea decorada por bolsas de basura sin recoger en las calles.