Alcalá ha sido golpeada a lo largo de su historia en repetidas ocasiones por el fantasma del terrorismo. El caso más grave fue sin duda el tristemente célebre 11 de marzo de 2004, pero no ha sido el único. ETA, fuerzas ultraderechistas, los GRAPO y ahora el terrorismo islamista, han actuado en nuestra localidad, haciendo partícipe a toda nuestra comunidad de una historia negra, pero también una historia de esperanza, que es la lucha contra el terrorismo. Historia de esperanza digo, puesto que la democracia y la fuerza de la ley siempre se impuso y se impondrá ante todos aquellos que usan el miedo y la violencia para cumplir sus objetivos políticos.
La banda terrorista ETA en Alcalá:
Euskadi Ta Askatasuna (Euskadi y Libertad), nace un 31 de julio de 1959, procedente de un grupo de jóvenes disidentes del PNV. Su ideología básica constaría de cuatro tésis fundamentales que serían: defensa del euskera y del etnicismo vasco, antiespañolismo y lucha armada para conseguir la independencia de “Euskal Herria” -territorio que comprendería Álava, Guipúzcoa, Navarra y el llamado País Vasco francés.
Desde el 18 de julio de 1961 hasta el 20 de octubre de 2011, ETA asesinó a 859 víctimas, entre miembros de las fuerzas de seguridad del Estado y personal civil. La presencia de ETA en Alcalá de Henares, aparece reflejada en la prensa de la época. Así, el 10 de mayo de 1982 se produce la detención de un comando perteneciente a la banda terrorista vasca. Ya apuntaba el diario El País, que podían estar organizando un ataque a la embajada francesa en Madrid. Los terroristas se habrían asentado en Alcalá fundamentalmente por la cercanía con la capital española y por la relativa tranquilidad que podrían gozar en este lugar. Pero una rápida actuación de la policía permitió frustrar sus planes.
Euskadi Ta Askatasuna (Euskadi y Libertad), nace un 31 de julio de 1959, procedente de un grupo de jóvenes disidentes del PNV.
Sangre en las calles
Sin embargo, siete años después, en concreto el 8 de mayo de 1989, ETA golpeó duramente y esta vez desgraciadamente, con éxito. En un atentado doble, ametrallaron al funcionario de prisiones José Luis López Montenegro, disparándole desde la carretera comarcal que va hacia la cárcel de Alcalá-Meco. Sin embargo, de forma milagrosa los proyectiles le impactaron en la espalda, sin herir ningún órgano vital, permitiéndole bajar del coche y huir por los caminos aledaños a la carretera.
Ante esta situación y conscientes de que la Policía intervendría de un momento a otro, inspeccionando el lugar, colocaron una potente carga de amonal en el coche del funcionario huido. De esta forma, cuando los efectivos de la Policía Nacional se personaron en el lugar del atentado, el explosivo estalló provocando la muerte instantánea de José Antonio Montes Gila y Juan Antonio García Andrés.
Este por desgracia, no será el último acto de violencia de una banda terrorista en nuestra ciudad.