Ayer día 26 de julio todas las iglesias de Alcalá ofrecieron una misa por las personas fallecidas por coronavirus. Desde el Obispado de Alcalá remitieron un decreto por el cual se establecía la celebración de esta ceremonia en la fiesta de San Joaquín y Santa Ana.
Una propuesta que llegaba desde la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, en la que recuerdan lo que establece el Catecismo de la Iglesia Católica en relación con los difuntos. Una misa celebrada como consuelo y esperanza para todos los familiares que han sufrido de cerca la pandemia.