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El alcalde pide el desalojo del Pleno Municipal
Las protestas iniciadas durante la votación de una moción ha provocado la suspensión temporal del pleno
Alcobendas |

El Pleno Municipal de Alcobendas del 26 de septiembre fue desalojado por orden del alcalde, Rafael Sánchez Acera, ante los abucheos y pitidos que estaban llevándose a cabo por los funcionarios asistentes al mismo. La situación se produjo durante la votación de una moción del Partido Popular que establecía el inicio de los trámites para cumplir con el convenio de la Policía Municipal firmado con los sindicatos.

Desde el Partido Popular sostienen que el convenio colectivo lo dejaron elaborado el pasado mes de mayo, en la anterior legislatura, y que contaba con el apoyo de los sindicatos tras meses de negociaciones.
La votación quedó en empate técnico, finalmente no aprobándose al hacerse uso del voto de calidad de alcalde ejercido por Rafael Sánchez Acera. Este resultado provocó la protesta de los presentes, tanto sindicatos como trabajadores, que fueron desalojados de la sala por el regidor, quedando suspendido el pleno durante unos minutos.

 Fuentes del grupo municipal Ciudadanos señalan que esta negación de la moción por parte del gobierno tuvo lugar por unas supuestas irregularidades en el texto

Revaloración del convenio

Según Efe, fuentes del grupo municipal Ciudadanos señalan que esta negación de la moción por parte del gobierno tuvo lugar por unas supuestas irregularidades en el texto, de las que alertó la interventora, además de no contar con una asignación presupuestaria para las condiciones. Por ello, desde el equipo de gobierno estudiarán el convenio para ver “qué puntos son legales y cuáles no”.
Por su parte UGT ha destacado en declaraciones a Efe que el alcalde, Rafael Sánchez Acera, y el vicealcalde, Miguel Ángel Arranz, se comprometieron a aprobar el texto “en cuanto gobernaran” y que lo señalado se refieren a cuestiones “de forma” que podrían solucionarse sin tener que redactar el convenio de nuevo.
Al finalizar el pleno, el alcalde ha hecho referencia a lo acaecido al comienzo del mismo, argumentando que “hay que respetar ciertas reglas” y “no puede haber un griterío y pataleos constantes ante las intervenciones”.