Los clubes deportivos formativos se han visto muy perjudicados por la pandemia generada por el COVID-19 y por el parón que ha provocado el confinamiento. En septiembre, todos estos clubes deben tener claro el número de inscripciones realizadas y los grupos que van a formar parte de ellos, por eso, el periodo para realizar las inscripciones ya ha comenzado y, en muchos casos, incluso, se ha dado ya por finalizado.
Como os decimos, la crisis sanitaria y la pandemia está generando problemas a muchos de ellos. Este es el caso del Club Deportivo Valcude Baloncesto de Alcobendas, quien posee una gran incertidumbre al tener un 70% de preinscripciones menos que hace un año y por haber perdido a sus tres sponsors. Su presidente, Fernando Laura lanza un mensaje de socorro a la administración pública y patrocinadores privados para poder hacer frente a las afectaciones económicas que tendrá el coronavirus.
El Club ha perdido a tres patrocinadores muy importantes que oxigenaban al club económicamente, aportándole 5.000 euros entre los tres. El presidente de la entidad, respecto a esta pérdida ha mostrado su preocupación, “tradúcelo en balones. Para nosotros era mucho. Para nosotros no existe el euro, existen los balones, que cuestan 60 cada uno”.
Para estas fechas el club abre el proceso de preinscripción para la siguiente temporada. Los padres abonan 50 euros, los hijos tienen su plaza asegurada y el club puede hacer frente al pago de inscripción de sus equipos a la Federación de Baloncesto de Madrid. En comparación con otros años en los que para entonces, las suscripciones alcanzan el 90%, este año no llegan al 20% aún. “No sé qué vamos a hacer. Es algo demoledor. Estamos asustados y preocupados, no sabemos con qué nos vamos a encontrar en septiembre”, advierte Fernando Laura.
Dada su preocupación de cara a la próxima temporada, el club reclama un fondo municipal que les ayude a salir de esta crisis y a afrontar las posibles pérdidas, “nosotros cobramos una cuota anual de 470 euros que lo incluye todo: jugar, estar federado, los seguros y los arbitrajes. Pero los clubes deberíamos poder acceder a algún fondo que permita no cortar el vínculo de los jóvenes con el deporte, que es saludable, y no hay nada de eso”, reclama su presidente.
Además, el Club Deportivo Valcude piden una mayor solidaridad a sus vecinos y a un gobierno municipal al que tuvieron que insistir para que les dejaran entrenar más días en las canchas municipales.
Los clubes deberíamos poder acceder a algún fondo que permita no cortar el vínculo de los jóvenes con el deporte
El club durante el confinamiento ha logrado mantener el vínculo con todos los jugadores, también con su equipo de jugadores con discapacidades intelectuales, al que tratan exactamente igual que al resto. “Muchos de estos chavales, además del problema de discapacidad, viven en un segmento económico bajo, pero se conectaban a los Zoom que hacíamos con todos los equipos y les veías reírse y pasarlo bien. Han sido ejemplares, no fallaron nunca. Era una hora de risas, de hacer deporte y olvidarte de donde estás”, cuenta el presidente del club. Además, respecto a los pagos del club, es una entidad solidaria que conoce la dificultad de muchas familias para hacer frente a ellos, por eso, Fernando Laura explica que tienen dos fórmulas para afrontarlos, por un lado tienen “un número cerrado de becas que paga el club” y por otro, “un sistema de apadrinamiento, por el que otros jugadores o familias pueden ayudar a pagar la beca a algún jugador en situación desfavorecida”.
Algunos jugadores del club han podido volver a los entrenamientos desde el pasado 2 de junio, y lo hicieron de forma progresiva: primero con entrenamientos individuales en un parque, luego en grupos cada vez más grandes hasta llegar a las canchas. Siempre, eso sí, respetando las medidas sanitarias y de distanciamiento social. Los jugadores con discapacidad no han vuelto desde marzo a los entrenamientos, ya que los padres han considerado que las altas temperaturas del verano suponían un riesgo para ellos.
Para el presidente del Valcude es fundamental respetar todas las medidas, “la gente lo lleva bien, no protesta. A todos los jugadores y jugadoras les enseñamos los mismos valores, el respeto a las normas y que entiendan el papel que tienen en un grupo y en una sociedad”, concluye Laura.