El Teatro Auditorio acogió el tradicional acto de homenaje a las personas mayores de Alcobendas.
La gala, conducida por el locutor de radio Antonio Hueso, forma parte de la programación de la XXVI Semana de las Personas Mayores que se está celebrando hasta el próximo viernes, 28 de abril.
El momento más emotivo se vivió cuando el alcalde, Aitor Retolaza, el vicealcalde, Rafa Sánchez Acera y la concejala de Mayores, Inma Puyalto, bajaron al patio de butacas a entregar el reconocimiento a las personas de mayor edad de cada uno de los distritos.
Durante el acto también se ha hecho un reconocimiento especial, por un lado, a la Asociación de Comerciantes “La Menina” que ha promovido el programa “Comercios amigables con las personas mayores” y a cuatros establecimientos en representación de todos los que ya se han adherido a este proyecto y, por otro, a varios medios de comunicación por ofrecer una visión positiva de las personas mayores.
La gala se ha cerrado con la actuación del grupo “El último guateque”, que hace versiones pop ye-ye de canciones de los años 60 y 70.
Antonia Sánchez, del Distrito Centro y a punto de cumplir 101 años, es la más mayor de las homenajeadas. Nació en Aranjuez y, gracias al trabajo de su padre como ebanista en la industria del cine, participó como extra en varias películas.
En 1975, después de casarse y vivir en Madrid, se instaló en la Avenida de España, donde aún vive, y trabajó toda su vida como modista. Ha tenido varios hijos y, aunque no tiene nietos, asegura que su vida ha sido intensa y plena. Hoy vive feliz, rodeada de los suyos y con una salud envidiable
Durante el acto también se ha hecho un reconocimiento especial, por un lado, a la Asociación de Comerciantes “La Menina”
Le sigue en edad Luscinda Morán, del Distrito Urbanizaciones, con casi 99 años y que no pudo acudir al acto porque se está recuperando de una rotura de cadera. Nació en Genestaza, un pueblo de Asturias de donde aún conserva el acento. Su vida es como una película.
Conoció a su marido en un tren, él se apuntó su dirección en la suela del zapato, la escribió una carta y, poco después, fue a buscarla a su casa montado a caballo. Se casaron cuando ella tenía tan solo 17 años y, unos años después ella emigró sola a Venezuela dejando en España a su hija y a su marido.
A los pocos meses volvieron a estar todos juntos, en Venezuela, donde llegó a tener su propia peluquería. Hace 22 años regresaron a España y se instalaron en Alcobendas donde hoy continúa viviendo ella muy querida y cuidada, junto a su única hija y su nieta. Sus familiares recogieron el reconocimiento en su nombre.
La más pequeña del grupo, con 97 años cumplidos, es Fuencisla Pablos, del Distrito Norte. Nació en Montuenga, un pueblo de Segovia donde su familia se dedicaba a la agricultura. Allí se enamoró de su marido y al que se negó a dar ningún beso hasta el mismo día de su boda.
Tuvieron una hija y un hijo y, ahora, la familia cuenta ya con cinco nietos y siete biznietos. Vinieron a Alcobendas, hace ya casi 50 años y vivieron aquí muy felices juntos hasta que él falleció hace 20 años. Ahora lleva una vida tranquila junto a sus seres queridos
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