Los pequeños actos pueden hacer grandes cosas. Ese es uno de los mensajes que nos traslada Javier Sanz, más conocido en Alcobendas como Java Sanz, a pesar de que su acto no fue precisamente pequeño. El pasado 17 de agosto recorrió un total de 48 kilómetros a nado sin neopreno en un tiempo de 8 horas y 28 minutos, rodeando la isla de Manhattan. Para todos los que se pregunten la razón de esta gesta, mucho más allá del reto deportivo, Javier Sanz tenía una motivación superior: concienciar sobre el problema con los plásticos de un solo uso y la presencia de este material en los océanos.
El deporte para mover conciencias
Este mes de agosto, investigadores que trabajan en el Ártico nos comunicaban la preocupante noticia de que los glaciares tenían en su interior microplásticos. Estos pequeños plásticos miden alrededor de 5 milímetros, pero ya suponen un auténtico problema en el planeta, incluso llegando al consumo humano a través del pescado. Para Javier Sanz, que ha nadado en aguas abiertas, sin neopreno y por razones de todo tipo, le preocupa más las bolsas de plástico en el mar que los peligros que podemos encontrar en él. Porque, uno de los peligros más grandes en el mar, somos los propios humanos.
“Como nadador en aguas abiertas, cada año me encuentro menos fauna y más plásticos”, nos confiesa, lo que puede hacer más consciente del problema actual, aunque “yo creo que lo vemos todos y a veces pasamos por la vida sin darnos cuenta de las cosas”. Y es que continuamente tenemos cifras, imágenes y datos que pueden hacernos temblar, pero, en el fondo, no tomamos acciones individuales para cambiar la situación.
Java Sanz durante el reto en Nueva York / Javier Sanz
Si bien es cierto que como individuos no tenemos un papel tan relevante, Javier Sanz nos recuerda que el auténtico reto es comprometerse. “Yo he hecho un esfuerzo deportivo para dar esa visibilidad, pero lo que yo pido a todas las personas que se pongan un reto” y, a pesar de no ser algo sencillo, con pequeñas acciones como dejar de consumir plásticos de un solo uso podremos lograr un impacto medioambiental.
“No demonizo sobre los plásticos, los utilizamos cada día” nos explica, porque “son necesarios”. El punto es reducir los plásticos de un solo uso cambiando pequeños hábitos de vida, como llevar el agua en termos en lugar de agua embotellada en plástico, comprar a granel, o encontrar sustitutos realizados con material biodegradable.
Nada por ti y todos tus amigos
No se trata ni del primer ni del último reto con trasfondo social que nos deja Java Sanz. Para él, los deportes pueden ser un buen instrumento para sensibilizar a la población. “La natación solidaria me parece bueno ponerla en valor”, a pesar de no ser un deporte tan mayoritario, en cuestión de público, en nuestro país como otros, aunque más allá de la natación, “cualquier deporte que vincule esa vocación de ayudar a los demás que puedan visualizar ciertos problemas sociales” lo considera positivo.
Recogida de plásticos en una playa / Javier Sanz
Javier Sanz se ha involucrado con las personas que sufren enfermedades graves, como cáncer o la osteogénesis imperfecta, más conocida como la enfermedad de los huesos de cristal. Y la lucha de estas personas son lo que él mismo considera el auténtico reto y lo que le motiva para cumplir sus metas deportivas. Aunque nos asegura “que hay fracasos también”, y de ellos “hay que aprender para en la siguiente levantarte”.
El próximo reto está cerca. Realizará 24 horas nadando por relevos en el Canal de Alicante por los pacientes de AEAL (Linfoma, Mieloma, Leucemia y Síndromes Mieloproliferativos). Aunque podemos esperar otros retos más. Nos toca seguirle la pista a Java Sanz, que continuará con sus proyectos y llevando su bandera de Alcobendas en cada uno de ellos.