La semana pasada un edificio vecinal de Alcorcón ubicado en le níveo 13 de la Calle Vicedo, en San José de Valderas, despertó con un boquete en la pared a la altura del primer piso. Un grupo de personas `okuparon´ la vivienda del bloque que lleva siete años hacia y tapiada tras el fallecimiento del anterior propietario.
El hombre murió sin herederos, por ello, la vivienda pasó a ser del estado. El anterior dueño del inmueble, de 69 años, no murió de forma natural sino que fue asesinado en al propia casa por José Vicente G.G., un hombre de 58 años, que vivía a la intemperie y al que el propietario había acogido en su casa para que tuviera un techo.
El pasado 17 de febrero de 2014, los vecinos se preocuparon ante la ausencia de noticias del dueño de la casa por lo que llamaron a los servicios de emergencia. Poco después, agentes de la Policía Local y bomberos de Alcorcón entraron en la vivienda y encontraron el cuerpo sin vida del dueño. El señor mayor fue encontrado debajo de su propia cama, atado de pies y manos con cinta adhesiva y con una corbata metida en la boca.
Hoy en día, los vecinos todavía siguen reclamando el dinero que pusieron para tapar el agujero que hicieron los okupas y del que todavía no han recibido el montante económico derivado de dicha deuda. Los vecinos han asegurado ver a los okupas sacar los muebles antiguos y sustituyéndolos por otros. Los nuevos moradores de la vivienda han puesto cortinas en las ventanas y cristaleras además han cambiado la cerradura de la puerta del piso.