El Ayuntamiento de Alcorcón ha ordenado el cierre del comedor y la cocina del centro de mayores municipal Salvador Allende. Así, la regidora, Natalia de Andrés, avanzaba que la empresa que explotaba el espacio cuenta con un periodo de 15 días para abandonarlo, tras haber transcurrido un “año y medio” desarrollando una actividad sin la concesión correspondiente y constatar la negativa de los informes técnicos de sanidad. Según aclaraba, la entidad “no tiene ningún soporte jurídico” que le permita explotar el local, propiedad del consistorio.
De Andrés se encargó de matizar que los informes de los técnicos municipales afirmaban que la empresa adjudicataria renunció en marzo de 2018 a la concesión; no obstante, por aquel entonces, la edil de mayores, Susana Mozo, instó a la empresa a no dejar de explotar la cafetería hasta que no se sacara el nuevo pliego. Esto se traduce de la siguiente forma: la empresa ha explotado una instalación pública “de manera irregular”. Como resultado, el consistorio concedía a la entidad 15 días para abandonar el local, cesar su actividad y presentar en el Pleno la propuesta para la apertura de un expediente aclaratorio.
Insalubridad
Sin embargo, atendiendo a la opinión de la regidora socialista, “lo más grave es el informe que ofrecieron los técnicos de salud” que ponían de relieve irregularidades en el mantenimiento e higiene de la cafetería: “las medidas sanitarias no se estaban cumpliendo”, confirmó De Andrés, “había ratas en el patio interior y, a veces, dentro, además de infinidad de cucarachas y hormigas”. Por ahora, ya se ha ordenado a la clausura de la cafetería y el comedor. No se estarán dando comidas, aunque aún se mantiene el servicio de cafés y bebidas.
Sesión Plenaria
El discurso concedido por Natalia de Andrés durante el Pleno en relación a la cuestión que nos atañe, estuvo marcado por la anáfora –figura retórica que consiste en la repetición de una o varias palabras al principio de una serie de oraciones-, “¿quién lo ha consentido?”. En este contexto, proseguía, “una instalación municipal sin avalar por ningún contrato, ninguna adjudicación, ningún documento, ningún expediente, ¿a cambio de qué?”. El expediente aclaratorio arrojará algo de luz sobre lo ocurrido.
“Aquí se ha estado jugando con la salud de los mayores”, aseguraba la líder del Ejecutivo local. “¿Quién ha consentido que un no adjudicatario estuviera explotando una instalación municipal, estuviera sirviendo comidas sin ningún soporte legal con claros indicios de insalubridad poniendo en riesgo el bienestar de las personas que allí estaban comiendo?”, incidía. “Me da la sensación de que esto es una decisión política, no creo que haya ningún informe técnico que lo avale”, concluía.