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Al candidato de VOX en Aranjuez le gustaría tener el don de la ubicuidad y si pudiera comprar algo sería la inmortalidad. Dice que pude aportar al municipio frescura, capacidad de gestión y energía. Es ingeniero de telecomunicaciones y compagina la política con su trabajo en una empresa de desarrollo de software. En la política empezó porque se desencantó del partido al que solía votar y al afiliarse a VOX se le presentó la oportunidad. A pesar de eso, dice que “la política no es una herramienta suficiente para el cambio social”.

Su infancia la recuerda en la playa de La Manga. Su comida favorita es la ensaladilla rusa de su madre y odia el queso. Confiesa que la última mentira que ha contado ha sido a un compañero de trabajo. Sobre la religión dice que es agnóstico, pero me he criado en el catolicismo.

Si quieres conocer más aspectos de la personalidad de Daniel Molina, ¡dale al play!

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