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Los papeles del tanquista: La captura que salvó Madrid
Casualidades que Marcaron la Historia. Entrega Nº1
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Al contrario de lo concebido, la Historia, como el día a día, está llena de accidentes, casualidades, errores y golpes de suerte que marcaron el devenir de los acontecimientos. Imagínese, ser inspirado por la caída de una manzana desde un árbol o, de forma inesperada, ver delante y a tiro a tu objetivo de asesinato mientras te encuentras comprando en una tienda. Ambas, inspiradora la Ley de la Gravitación Universal, la primera, y detonante de la 1º Guerra Mundial, la segunda, fueron hechos en los que el azar jugó un gran papel. Sin embargo, son infinitas las casualidades que han marcado la Historia del hombre.

Los Papeles del Tanquista. La captura que salvó Madrid

Madrid, primeros días de noviembre de 1936. Tras el rápido avance desde el norte y sur y la liberación del Alcázar de Toledo, las tropas sublevadas al mando de Francisco Franco se encontraban en las cercanías de Madrid. En frente, la situación de la capital era cuanto menos precaria.

Con un contingente para la defensa compuesto en su gran mayoría por milicianos, sin preparación militar y con armamento escaso y deficiente. De hecho, muchas voces del gobierno y altos mandos militares pronosticaban una derrota segura, provocando que el 6 de noviembre el gobierno se trasladase a Valencia.

Los republicanos habían fortificado la zona alrededor de la Carretera de Andalucía 

Como director de la defensa, la ciudad quedó en manos de general José Miaja, uno de los pocos militares africanistas que permanecieron leales a la República. En muy poco tiempo, este mando tuvo que organizar un plan de resistencia junto con Vicente Rojo, Jefe del Estado Mayor, quien se encargó de organizar las milicias, concentrar fuerzas sobre el río Manzanares y localizar todo el material militar disponible. El reto era verdaderamente complicado, ya que, entre otros factores, enfrente tenían a las mejores tropas de los sublevados, los experimentados soldados de la legión, regulares y los temidos “moros”.

Como es bien sabido, esta misión aparentemente imposible terminaría en éxito. El ejército franquista fue detenido y la ciudad resistió años de guerra hasta 1939. Sin embargo, dicho resultado no hubiera sido el mismo de no haberse producido una mera y enorme casualidad, que ayudó enormemente a los defensores encabezados por Miaja y Rojo: el hallazgo de una tanqueta con los planes del ataque a la Madrid.

6 de noviembre, avance por el sur de Madrid

Es hora de ir al terreno. Como ya se ha mencionado, el día 6 de noviembre las fuerzas rebeldes se situaban muy cerca de la capital española. De hecho, tan cerca se encontraban que su ubicación actualmente forma parte de Madrid, el antiguo pueblo y hoy distrito de Villaverde.

En él, pasaron la noche del 6 una compañía de carros italianos, unos Fiat Ansaldo L3/35, junto a legionarios y fuerzas regulares indígenas. Al amanecer, estos continuarían su avance hacia la ciudad, un plan que se vería frenado por la defensa republicana quienes, cortando la carretera de Andalucía, habían creado una extensa línea defensiva que abarcaba Orcasitas, La Perla, la Colonia Popular Madrileña y las Carolinas.

Aunque en un principio sus planes pasaban por llegar al puente de la Princesa, las fortificadas posiciones de los izquierdistas obligaron a que la compañía de tanques siguiera el eje de la carretera de Toledo hacia la zona alta de Usera. Sin embargo, tras intentar traspasar el arroyo Pradolongo y su suelo fangoso sin éxito, tuvieron que detenerse.

Allí, tal y como apunta el especialista y coronel José María Manrique García, uno de los carros de combate, tras encasquillársele la ametralladora, recibió una petición de ayuda para remolcar el vehículo del Capitán Vidal-Cuadras. Sin embargo, ya de noche, al aproximarse a él, los rescatadores no recibieron respuesta del interior, dando al capitán y sus acompañantes por fallecidos. Causa por que abandonaron la posición.

Horas antes, el Fiat Ansaldo de Vidal-Cuadras había sido atacado con bombas de mano por hombres del teniente coronel Trucharte, provocando la llamada la petición de ayuda relatada. No obstante, al resultar infructuoso la operación de rescate, una unidad de carabineros al mando del teniente coronel republicano inspeccionó la tanqueta italiana, encontrando unos documentos claves para la posterior defensa de Madrid.

Estos, hallados en el cadáver del capitán rebelde, señalaban los planes de ataque diseñados para tomar la capital, indicando que el esfuerzo principal se realizaría en la Casa de Campo. Seguidamente, los documentos fueron remitidos al Estado Mayor de Defensa de Madrid bajo el mando de Miaja y Rojo, quienes apreciarían rápidamente su importancia.

La historia recién contada resultaría clave en la historia de Guerra Civil y, por ende, en la de España. Gracias a la información obtenida del Fiat Ansaldo, el frente de la Casa de Campo fue reforzado con tropas de otros lugares de la ciudad, consiguiendo, así, resistir los embistes de las ofensivas lanzadas por Franco.

¿Qué hubiera pasado en caso de no haber obtenido dichos documentos? Seguramente, las fuerzas defensoras hubieran repartido de otra forma los hombres, materiales y esfuerzos para la defensa. Sin embargo, esto es solo suponer. Al contrario, los hechos son que los planes fueron hallados, el frente de la Casa de Campo reforzado y la ciudad aguantó hasta el mismo final de la Guerra, ya el 28 de marzo de 1939.

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