Los vecinos vuelven a la carga para luchar por las viviendas del barrio de La Montaña. Se han concentrado en la Plaza de la Constitución para que ”un fondo buitre no eche de sus casas a las familias del barrio”.
La empresa propietaria de las casas ha cambiado hasta en tres ocasiones, pero siempre eran sociedades vinculadas al banco que mantenían las condiciones de los contratos. Sin embargo, en 2020, en pleno estado de alarma, empezaron a llegar notificaciones que hablaban de nuevos contratos y nuevas condiciones.
La nueva propietaria desde 2018 es Global Licata, cuyo socio es el Banco Santander y cuenta con el fondo buitre Cerberus. Según el Sindicato de Inquilinos, este fondo de inversión también tendría una participación en la empresa que ahora se niega a renovar los contratos. Los vecinos buscan permanecer en las viviendas sin firmar nuevos contratos hasta que la propietaria se siente a negociar unas subidas asequibles.
El Sindicato compara esta situación con Blackstone en Torrejón de Ardoz
Se podría comparar esta situación con Blackstone en Torrejón de Ardoz. En este caso, se demandó al fondo de inversión por presuntamente vulnerar la ley en sus contratos de arrendamiento al considerar “abusivas” las condiciones impuestas. Los inquilinos se enfrentaban a subidas de alquiler de entre un 60% y un 100%. Una batalla ganada el pasado noviembre, después de año y medio el fondo de inversión estadounidense aceptó hacer nuevos contratos por siete años a las 84 familias adheridas al Sindicato de Inquilinos e Inquilinas de Madrid manteniendo las mismas condiciones que ya tenían.
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