Los vecinos del municipio madrileño de Arroyomolinos todavía intentan recuperarse de los destrozos que provocó la semana pasada la crecida de un afluente del Guadarrama, por las intensas lluvias, en sus viviendas. Los vecinos han pedido soluciones para poder evitar posibles males mayores que pueden ocurrir en un futuro más o menos cercano. Las opciones son dos: canalizar el agua o desviar la corriente.
Algunos de los vecinos afectados han comentado para el medio Telemadrid que ya llevan meses denunciando esta situación y que "siempre que hay temporales sufren inundaciones y daños".
Una dotación de bomberos tuvo que acudir el fin de semana pasado para valorar el riesgo que pueden sufrir sus viviendas ya que, ante posibles futuras precipitaciones, al arroyo de la Arroyada puede acabar desbordándose y provocar, de este modo, daños aún más importantes en sus casas.
Si se siguen produciendo corrimientos de tierra, peligran los cimientos de las viviendas
El Ayuntamiento del municipio ya ha entregado una carta a los vecinos afectados en la que quedan informados de que ya se ha avisado al Canal de Isabel II para que sustituya el actual tubo del colector y lo eleve para así evitar el posible "efecto presa" que se produce cuando hay subidas por fuertes lluvias.
De todas formas, desde la Confederación Hidrográfica del Tajo responden que no se debería haber aprobado la edificación de viviendas en las inmediaciones del cauce del arroyo.
De momento se ha pedido a los vecinos que eviten acercarse a menos de diez metros del final de sus parcelas, por si pudiera existir el riesgo de que cediesen los terrenos.
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