Hace ya seis años que las tradicionales bombillas incandescentes dejaron de lucir para siempre. Posteriormente, sustituyendo a las antiguas, llegó el turno de la bombilla halógena. Sin embargo, ahora, en pleno siglo XXI, la iluminación LED ha llegado para quedarse. Para quedarse en Arryomolinos, más concretamente.
El municipio se dispone a sustituir el alumbrado por luces LED, dejando en el olvido alternativas luminarias menos eficientes. Un paso que tarde o temprano tendremos que dar todos, ya que a partir del 1 de septiembre las bombillas halógenas pasarán a ser historia. Una noticia que ha cogido por sorpresa a algunos, mientras que otros no veían el momento de que esta transición sucediera.
Ventajas de las LED
Las bombillas LED plantean numerosas ventajas sobre la iluminación halógena entre las que destacan: bajo consumo de energía, extensa vida útil, tamaño reducido, no contienen mercurio, reducida emisión del calor, no crean campos magnéticos ni contienen mercurio...
Todo ello ha acabado inclinando la balanza a favor de este tipo de alumbrado, haciendo que las bombillas halógenas terminen por apagarse.