El Ayuntamiento de Boadilla sigue trabajando para eliminar los efectos de las fuertes nevadas que dejó el paso de la borrasca Filomena por nuestra región. Una vez se consiguió revisar la totalidad de las calles y avenidas pobladas del término municipal, el foco ha pasado ahora al monte de Boadilla, ante el miedo de que se convierta en combustible ante un posible incendio forestal.
El monte de Boadilla es una zona muy extensa y frondosa, que se vió especialmente afectada. En general, la mayor parte de las zonas verdes de la comunidad sufrieron la nevada, hasta el punto de que se afirma que uno de cada tres árboles se ha visto afectado. No son solo los árboles caídos, si no aquellos que tienen partes dañadas, que obligan a los técnicos municipales a podarlas.
El Consistorio boadillense tiene miedo de que estas ramas puedan dar una fuerza desmesurada a un posible incendio forestal en el área
Se repartirá la leña recogida
El Ayuntamiento ya ha anunciado que toda la leña recogida del monte será repartida entre los vecinos del municipio. Hay que especificar la del monte, ya que esta recogida en una normativa distinta a los restos del arbolado viario, y sí que se puede utilizar como leña en los hogares. Las más de 5.000 toneladas recogidas de arbolado viario se están triturando para usarse como abono.