Resultaba complicado pensar que en su primera temporada en Segunda división B, el Internacional de Madrid estaría viviendo la situación que vive actualmente: fuera de los puestos de descenso y siendo una de las mayores pesadillas del resto de equipos del grupo 1.
Uno de los mayores responsables de esa situación –más allá de la buena planificación realizada en verano por la dirección deportiva- es Rubén Ramos. El experimentado mediapunta puso, desde el principio, su talento al servicio del equipo, convirtiéndose, además, en uno de los máximos goleadores del conjunto.
Unas buenas actuaciones que han llamado la atención de los grandes clubes de Segunda B. Y la mala noticia ha llegado. Rubén Ramos ha cerrado su fichaje por el C.D. Castellón, un histórico del fútbol español que, esta temporada, no está viviendo su mejor momento.
Rubén Ramos ha cerrado su fichaje por el C.D. Castellón, un histórico del fútbol español que, esta temporada, no está viviendo su mejor momento
A sus 29 años, el madrileño aterriza en un equipo que está situado en los puestos de descenso en el grupo 3 de Segunda B. Una situación que, seguramente, resulta extraña en un conjunto que ha coqueteado con los grandes de España.
Vacío complicado de llenar
La marcha de Rubén Ramos a mitad de temporada hace que el Inter de Madrid se quede cojo en una de las facetas más importantes del juego: marcar goles. Por ello, y a falta de ver si el equipo se refuerza en este mercado invernal, habrá que exigir la máxima eficacia al resto de jugadores de ataque.
Será un buen momento para ver a futbolistas jóvenes como Alfonso González o Jesús Tamayo, que tendrán un hueco para demostrar su talento sobre el campo. Con o sin Rubén Ramos, el Inter afronta el tramo final de la temporada con un objetivo claro: conseguir la salvación.
Los duelos contra los equipos gallegos marcarán estas primeras jornadas ligueras de 2019, justo antes de volver a enfrentarnos a los clubes madrileños. Toca seguir remando para acabar de la mejor forma una temporada histórica.