Desde E. Infantil se debería promover el aprendizaje de la música de una forma lúdica, con bailes, gestos, coreografías y canciones, apoyándose en metodologías que consigan un desarrollo integral de los alumnos
-Beneficios a nivel motriz e intelectual. La expresión musical y el estudio de la música desarrollan las conexiones neuronales, el movimiento corporal y benefician la agilidad mental, sobre todo en edades tempranas, algo que será clave en el desarrollo educativo de los estudiantes.
- Oído-cerebro. La clave de la música es poder expresar lo que sentimos y sacar fuera las emociones que tenemos dentro. Nuestro objetivo es que disfruten de ella mientras aprenden y así lo hacen en las clases con diferentes instrumentos o en la participación junto al Coro Casvi.
- Habilidades tecnológicas. Con el uso de las aplicaciones del Ipad y software especializado, los alumnos adquieren destrezas tecnológicas a la vez que desarrollan su imaginación y creatividad a través de la composición de obras musicales.
- Creatividad. Tanto con el uso de la tecnología como decíamos en el punto anterior, como de instrumentos, pueden componer piezas musicales con las que muestren su lado más creativo y su talento. “Ese es uno de mis objetivos en las clases de Secundaria, potenciar su creatividad, luego también busco que venzan el miedo escénico mediante la interpretación y dotarles de las máximas herramientas para aprender a juzgar la música, tanto la de hoy como la música tradicional”, explica Enrique Santes, profesor de Música al ser preguntado sobre la importancia de la creatividad en sus clases en Eurocolegio Casvi Boadilla.
Más allá de la Educación Musical
Precisamente son los profesores, especialistas en la materia, quienes deben guiar a los alumnos en el desarrollo de todo su talento y habilidades, y es la metodología del Bachillerato Internacional la que sirve como palanca para potenciar y relacionar las disciplinas creativas como son artes plásticas y visuales y música etc.
La música por sí misma es una herramienta fundamental para que los alumnos trabajen tanto de forma autónoma como cooperativa y para que desarrollen una mentalidad abierta indagando sobre músicas de diferentes lugares del mundo y estilos musicales o por ejemplo también les ayuda a ser audaces a la hora de crear nuevas obras musicales.
En definitiva, el aprendizaje de la música no se debe llevar a cabo solo en una asignatura determinada o a una hora concreta, sino integrarla siempre que se pueda en todas las acciones de su día a día, algo que les hará desarrollar sus habilidades personales y profesionales de por vida.