La Sala de Arte de la Ciudad Financiera del Banco Santander en Boadilla del Monte alberga una cantidad importante de obras de arte firmadas por artistas de gran renombre, como Rubens, El Greco, Van Dyck, Picasso o Chillida. Una variedad de objetos de un gran valor artístico y de muy diferentes estilos. Pero a los vecinos y vecinas les queda poco para disfrutar de estas obras hasta darles su despedida y verlas marchar a Cantabria. El motivo de ello es la decisión tomada por la dirección del Banco Santander de transformar su sede social en Santander “para dotar a la ciudad de modernos espacios de cultura”, según señalan en su comunicado.
Se desconoce, por el momento, si permanecerán algunas de las obras representativas en esta sala, pero lo que sí es seguro que el valor de la misma por su oferta artística se verá mermada. Actualmente se encontraba entre las cincuenta salas de arte mejor valoradas en España, aunque esta pérdida, sin duda, nos hará bajar en el ranking.
El proyecto cultural de Santander
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, presentó el pasado 26 de julio el proyecto de transformación de los edificios más emblemáticos de la entidad en la ciudad de Santander: el del Paseo de Pereda, sede social del banco, y el de la calle Hernán Cortés.
El Edificio Pereda será remodelado por el arquitecto David Chipperfield, conocido por sus trabajos en la Royal Academy de Londres durante su ampliación o la remodelación de la isla de los museos de Berlín (Neues Museum, Museo de Pérgamo y la Galería Nacional). Este edificio albergará más de mil obras, entre ellas las que alberga Boadilla del Monte en su Sala de Arte de la Ciudad Financiera. En la presentación también han indicado que “habrá otras exposiciones temporales mediante acuerdos con colecciones privadas de países donde el banco está presente y museos internacionales de prestigio”.
Por otro lado, para la remodelación del antiguo Banco Mercantil, situado en la calle Hernán Cortés, se contará con los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, los cuales llevaron a cabo el estudio de restauración del Risjksmuseum en Holanda, ya que se “prevé recuperar el valor patrimonial del edificio, al mismo tiempo que adecuarlo a las nuevas necesidades del banco”. El edificio data del 1900 y, pese a sus remodelaciones, en su origen se realizó en el llamado ‘estilo francés moderno’ desarrollado en la Cantabria de finales del siglo XIX.