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¡A desbrozar Collado Villalba!
El Área de Medio Ambiente ha puesto en marcha actuaciones de “estrategia ecológica”
Collado Villalba |

En la última semana de junio de 2024 han concluido la primera parte de los trabajos de desbroce de vegetación herbácea en Collado Villalba.

Durante los meses de mayo y junio, el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, a través de las contratas Valoriza Servicios Medioambientales y Aplinher S.L, ha realizado el desbroce de un total de un millón de m2 de vegetación herbácea en todo el término municipal, actuando en solares y parcelas municipales, medianas, colegios, laterales de carreteras, zonas deportivas, vías pecuarias, zonas de interfaz forestal, así como otras áreas naturales y urbanas, reduciendo de esta manera el riesgo de propagación de incendios en los meses estivales.

Esta primera fase de desbroces en Collado Villalba, ha sido especialmente complicada debido, por un lado, a la meteorología, marcada por lluvias intermitentes, intercaladas de periodos de calor intenso, que ha producido un crecimiento excepcional de la vegetación y el embastecimiento de algunas especies, como los cardos, que han dificultado y retrasado la ejecución de los trabajos y que ha provocado el rebrote, una y otra vez, de las herbáceas ya segadas.

Además, este año se ha puesto nuevamente en práctica estrategias de desbroce ecológicas, intentando compatibilizar, en la medida posible, la seguridad, frente a posibles incendios y la floración de las especies vegetales de las que se alimentan insectos y aves, fomentando así la diversidad de polinizadores y avifauna.

Para ello se han tomado una serie de medidas, como el retraso de la siega en algunas zonas o el establecimiento de áreas aisladas de reserva, sobre las que no se han realizado tratamiento alguno sobre la vegetación, sirviendo así de hábitat de fauna muy diversa.

El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Adan Martínez, ha declarado que “durante los siguientes meses, se seguirá con la segunda fase de los trabajos de desbroce, consistente en el repaso de aquellas áreas que requieran un nuevo rebaje en la altura de la vegetación, especialmente en las zonas de interfaz forestal, en las que lindan los espacios urbanos habitados con el monte, mitigando así los efectos, sobre la población, ante un posible incendio forestal”.