La alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas, presidió en el salón de plenos del Ayuntamiento, el acto de la celebración del Tercer Centenario de la Piedra del Concejo, incluido en el programa de las fiestas de San Antonio de Padua, que contó con la presencia de ex alcaldes y concejales de legislaturas pasadas, y el viceconsejero de Presidencia y Administración Local de la Comunidad de Madrid, José Antonio Sánchez Serrano.
Durante el transcurso del acto se rindió homenaje a los concejales fallecidos de corporaciones anteriores, así como la entrega de medallas conmemorativas del acto a los ediles presentes. El primer alcalde de la Democracia, Carlos Julio López Jiménez, elegido en las elecciones del 3 de abril de 1979, trasladó unas palabras a todos los presentes en el salón de plenos.
Por su parte, Mariola Vargas en su intervención agradeció la dedicación a los 164 concejales que desde 1979 pasaron por el consistorio -5 alcaldes y 159 concejales de 11 legislaturas-, “tanto los que tuvieron responsabilidad de Gobierno, como los que estuvieron en la oposición. Todos, sin duda, dejaron huella, con sus logros y también con sus decepciones, pero con el convencimiento de que pusieron toda su voluntad y capacidad de trabajo al servicio de nuestros vecinos, con una labor diaria, constante, cercana, haciendo como propio sus problemas, anhelos y necesidades”
La alcaldesa cerró su intervención haciendo referencia al patrón de las fiestas de San Antonio de Padua: “patrón de los viajeros, patrón de la construcción y de los albañiles, de los panaderos y pasteleros, un santo protector de los matrimonios y las familias, un santo cercano al pueblo, a este pueblo, cuna y capitalidad de Collado Villalba, que tanto nos ha dado y al que tanto debemos."
El violinista de origen kazajo Erzhan Kulibaez, deleitó a todos los presentes con varios temas, cerrando su interpretación con el himno de España.
A la finalización del acto, la Piedra del Concejo volvió a protagonizar, como en tantos otros acontecimientos, la foto de todos los homenajeados. Declarada Bien de Interés Cultural en 1991, luce con toda su impronta desde 1724, presidiendo la Plaza del Ayuntamiento; imperturbable al paso del tiempo, testigo mudo de la historia de Collado Villalba.