Ya están en marcha las obras de conservación, consolidación y restauración de la Capilla o Ermita de San Francisco, catalogada con el ‘grado de protección integral’, a fin de garantizar su seguridad, habitabilidad y ornato.
“Con esta rehabilitación, el Ayuntamiento devuelve la funcionalidad a un edificio con valor histórico destinado a la prestación de servicios y trata, con su revitalización, de que recupere su protagonismo como foco turístico y cultural de la ciudad”, explica Belén Colmenarejo Collado, primera teniente de alcalde y concejal de Patrimonio.
En los últimos años su uso ha estado destinado a varias funciones, entre las que se encuentran el culto para los vecinos, reuniones de hermandad o como lugar de ensayo para asociaciones de coros locales.
Ubicada en la plaza de San Francisco, la ermita, de estilo herreriano, tiene una sola nave, con pilastras de ladrillo y muros de sillarejo. Fue construida a finales del siglo XVI y en su interior reposan los restos de su fundador, el alférez Francisco Palacios, nacido en Colmenar Viejo y fallecido en 1578.
En líneas generales, va a consistir en el desmonte de la cobertura de teja árabe con la recuperación y aprovechamiento del máximo material original, la cobertura en su totalidad de la placa asfáltica existente, la sustitución del soporte de la cobertura formado por entablado de madera, el cambio de las correas de madera de la estructura que estén afectadas sin posible recuperación y la sustitución de pares y parecillos, en los que se colocará en toda la cubierta un sistema SIATE de Onduline formado por lámina barrera y panel aislante térmico.
Se trabajará también en la impermeabilización y ventilación de la cubierta, además de la colocación de baberos formados por plancha de zinc en los encuentros de faldones de tejas con parámetros verticales, ubicados en los remates del campanario, la cubierta de la sacristía y el muro sur de la nave principal.
En lo que respecta a las ventanas se instalarán nuevas carpinterías ejecutadas con perfiles de tubo hueco de acero, lacados en color marrón y acristalamiento fijo con vidrio laminar.
En la fachada sur se aprovecha la recuperación de esta nueva entrada para crear una puerta como un elemento singular, por el que pueda entrar luz tamizada, a modo de vidrieras. Se construirá una puerta de chapa lisa abatible de dos hojas, con montante fijo en la parte curva, realizada con doble chapa de acero calada con figuras geométricas y acristalada con vidrio laminar.
En lo referente a la entrada principal, a día de hoy carece de accesibilidad. La puerta de madera existente original se restaurará dado su valor histórico. Para favorecer el acceso por la misma, se construirá una solera sobre la acera existente, unos muretes de fábrica de ladrillo chapado de granito y un solado de granito igual al del interior.
El plazo previsto por los técnicos para la ejecución de la obra es de cuatro meses, y cuenta con un presupuesto de 237.679,20 euros.