La Concejalía de Medio Ambiente y Sostenibilidad ha llevado a cabo un proyecto de diagnóstico que ha analizado el estado de la infraestructura verde y sus servicios ecosistémicos en Colmenar Viejo. El análisis se ha alineado con el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (2021-2030), la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y la Ley de Restauración de la Naturaleza Europea.
Este diagnóstico ha señalado que nuestra infraestructura verde va encaminada hacia una buena dirección, constatando que Colmenar Viejo cuenta con 22 metros cuadrados de zonas verdes y 0,49 árboles por vecino, superando ampliamente los parámetros recomendados por la OMS, que señala entre 10 y 15 metros cuadrados y 0,33 árboles por habitante.
La cobertura arbórea en la zona urbana de Colmenar Viejo supone alrededor de un 16% del espacio, superando también el 10% aconsejado por la Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE. En este punto, cabe destacar que el 35,44% de las especies de arbolado presenta un nivel alto de alergenicidad. La razón es que, antiguamente, se elegían especies de gran porte y crecimiento rápido para arbolar las ciudades. Hoy en día los criterios de elección son más complejos, buscando una convivencia lo más óptima posible entre medio ambiente y población, por lo que este tipo de árboles serán sustituidos progresivamente, según se vayan deteriorando, por especies menos dañinas para las personas con alergias.
La idea para el futuro es continuar alineándonos con la Ley de la Restauración de la Naturaleza, velando por evitar la pérdida de espacios verdes urbanos y cubierta arbórea urbana e incrementando la misma durante los próximos años. Queremos centrar nuestros esfuerzos, especialmente, en las zonas más cercanas a centros educativos, de salud y de mayores, donde la ausencia de vegetación puede acarrear mayores perjuicios para la salud.
Durante la primavera, nuestro municipio supera, con un 36,2%, la cobertura vegetal recomendada (30%), aunque se han confirmado grandes diferencias en función de la época del año. En concreto, durante la época estival, la cobertura verde baja considerablemente, ocasionado por la clara composición de herbáceas y pastizales estacionales en el municipio.
Otro de los puntos importantes en los que se centra el diagnóstico en el municipio es el efecto ‘isla de calor’, encontrándose grandes diferencias entre el casco urbano y la periferia. En este sentido, pretendemos seguir centrando los esfuerzos en desarrollar zonas naturalizadas con presencia de especies arbustivas y arbolado que ayuden a mantener las condiciones térmicas apropiadas y, de esta forma, combatir las ‘islas de calor’.
Cabe señalar, además, que el porcentaje de sellado de suelo en Colmenar Viejo se sitúa en un 40,7%, dentro de los valores aconsejados por los estudios de la Comisión Europea (entre el 30 y el 50%); por lo que casi un 60% del suelo sería permeable o semipermeable.
A partir del inventario del arbolado recogido en el Sistema de Información Geográfica de Colmenar Viejo, se ha evaluado el Bosque Urbano del municipio. Este análisis nos ofrece una visión renovada sobre los beneficios ambientales y económicos del arbolado urbano, profundizando en la situación de la vegetación del municipio, detectando oportunidades para generar nuevos espacios de salud y haciendo consciente al ciudadano y a las instituciones de los beneficios (tanto sanitarios como económicos) de los servicios ecosistémicos y la infraestructura verde.
De esta cuantificación se desprende, por ejemplo, que los árboles de Colmenar Viejo eliminan un total de 2,57 toneladas de contaminantes al año, lo que conllevaría un ahorro de 2.620 € anuales. Por otro lado, la vegetación urbana, especialmente los árboles, proporciona numerosos beneficios que pueden mejorar la calidad del medio ambiente y la salud humana en el interior y los alrededores de las ciudades. Estos beneficios se consideran ‘servicios ecosistémicos’ e incluyen: