Sin duda, una de las fechas marcadas en el calendario de los colmenareños es ‘La Vaquilla’. De nuevo este año bailarán los pañuelos y chascarán las hondas las 24 vaquillas que recorrerán nuestras calles el próximo sábado 27 de enero desde las 16:00h.
En esta ocasión, el pregón correrá a cargo del exalcalde de Colmenar Viejo, Juan Manuel Mansilla. "Esperamos que sean muchos los vecinos y visitantes que acompañen a los vaquilleros en esta fiesta”, enfatiza el concejal de Festejos, Nacho Aceña Alcázar.
A las 17:00h comenzará, en la Plaza del Pueblo, el baile de las 24 vaquillas participantes, que se podrá ver desde una grada con alrededor de 600 localidades y en la cual se repartirá caldo caliente a los asistentes. A las 18:30h se realizará la entrega de premios a las vaquillas infantiles.
A las 19:00h, el exalcalde Juan Manuel Mansilla llevará a cabo la lectura del pregón y, a continuación, se procederá a la entrega de trofeos a las vaquillas de adultos. Alrededor de las 20:00h, en las inmediaciones del Pósito Municipal, bailará y se dará muerte a la vaquilla ‘Escandalosa II’, finalizando la fiesta con degustación de rosquillas y sangría en el interior del edificio.
Los orígenes de esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional desde 1986, parecen remontarse a la Antigüedad romana o incluso, tal vez, a la Prehistoria. Julio Caro Baroja, antropólogo e historiador, en su libro sobre el Carnaval relataba que los jóvenes romanos, disfrazados con pieles de animales y cuernos, corrían detrás de las mujeres simbolizando un intento de reanimar la fertilidad tras el invierno.
En Colmenar Viejo, a pesar de no tenerse constancia escrita, todo hace suponer que la celebración de La Vaquilla existe ya desde la andadura estable de esta Villa, a mediados del siglo XIII.
Tradicionalmente, las familias de los vaquilleros se reúnen para vestir la vaquilla: un armazón de madera con varias costillas, palos forrados en los que se cuelgan pañuelos y en cuya parte frontal se colocan dos cuernos. Todo este armazón se adorna con hermosos mantones de Manila, pañuelos de seda y flores de papel o naturales; y el frente de la vaquilla se engalana con broches, pendientes y colgantes.
Cada vaquilla sale de una vivienda o local y está formada por mayoral, vaquilleros y taleguero. Cada una de ellas realiza un recorrido por diferentes calles de la localidad hasta llegar a la Plaza del Pueblo, donde, de una en una, van exhibiendo su belleza y colorido con un particular baile que simula embestidas a los vaquilleros.
Tras la exhibición, cada vaquilla vuelve a su lugar de salida, y allí se simula su muerte con tres tiros al aire y sangría.