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Ayer, una chica publicaba en su cuenta de Twitter un hilo donde contaba la fatídica situación a la que tuvieron que enfrentarse los asistentes procedentes de Alicante en el autobús de vuelta tras finalizar el conocido festival Arenal Sound.

Así, la ventilación de uno de los autobuses oficiales no funcionaba. El conductor, al que avisaron, "engañó" a los pasajeros diciéndoles que, en cuanto se pusiesen en marcha, comenzaría a dar aire frío. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya que según has trasladado se alcanzarían los 40º tras arrancar y el aire continuaba sin funcionar.

"En este momento muchos de los que estábamos dentro pedimos que nos bajara, que nosotros nos haciamos responsables de volver a Alicante pero que no podíamos estar 3 horas más en esa situación", apunta la tuitera y afectada @graacee31.

En ese momento, el autobús comenzó a "encharcarse de sudor" y las personas que en él viajaban comenzaron a tener ataques de ansiedad. Incluso, narran cómo se plantearon romper la salida de emergencia ante la negativa del conductor a parar el vehículo.

Por ello, los 'sounders' llamaron a la Policía, que obligó al conductor a bajar y dejar salir a los jóvenes. Llantos, mareos, calor... "Hay quien llegó a tener fiebre y/o vomitar".

Al lugar donde el autobús estacionó tuvieron que acudir ambulancias para socorrer los golpes de calor y otras consecuencias de este trayecto.

Una vez recuperados, fueron trasladados a varios autobuses de la misma compañía los cuales "tenían espacio sobrante a los que podrían habernos cambiado en el momento que se supo que no funcionaba el aire acondicionado".

Sentencian que "se ha jugado con la salud de muchas personas" y que "nadie puede aguatar en un autobús con 37 grados sin aire".

Ahora, denuncian que la compañía era conocedora de la situación del autobús, "roto desde hace años" y que "siguen utilizándolo" a pesar de ello desde hace tiempo.