Activistas de Greenpeace se han colgado hoy en una fachada de la Gran Vía de Madrid para pedir el fin de la ganadería industrial y el cierre de las macrogranjas. La organización colocó allí este martes una lona, de más de 30 metros, con la frase “las macrogranjas no existen”, en clara alusión a las declaraciones que algunos políticos están realizando estos días. Hoy han completado la acción rematando el mensaje: “Las macrogranjas no existen, pero cerradlas ya!”
Con esta denuncia en dos fases, la organización quiere manifestar "lo sorprendente que resulta que la clase política española desoiga las evidencias sobre el daño de la ganadería industrial y genere un circo mediático sobre un tema indiscutible: las macrogranjas no solo existen, sino que se están convirtiendo en uno de los principales problemas ambientales de nuestro país".
Para el responsable de agricultura en Greenpeace España, Luís Ferreirim, “No se debe convertir la ganadería industrial en un arma electoral arrojadiza. En plena emergencia climática no hay tiempo que perder sino de solucionar. Greenpeace pide, a todos los partidos, y en particular a quienes tienen en este momento competencias sobre las macrogranjas, responsabilidad para poner fin a este problema que está provocando el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero, envenenando las aguas del país, maltratando a los animales y agravando el despoblamiento rural”.
En 2020, se sacrificaron en España más de 910 millones de animales para consumo humano.
En España existen un total de 507.020 explotaciones ganaderas activas, lo que significa que hay una explotación ganadera por kilómetro cuadrado. La superficie afectada por la contaminación por nitratos alcanza ya casi a una cuarta parte del país y, solo en 2020, se sacrificaron más de 910 millones de animales para consumo humano. Con estas cifras, Greenpeace demanda urgentemente:
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1.- Establecer una moratoria inmediata a la ganadería industrial en todo el estado español, tanto a nuevos proyectos como a ampliaciones de los existentes así como a aquellos que están en tramitación.
2.- Reducir al menos un 50% la cabaña ganadera en intensivo de aquí a 2030.
3.- Reducir el excesivo consumo de carne hasta alcanzar un máximo de 300 gramos por persona a la semana.
4.- Apostar por la ganadería extensiva de base agroecológica y de pequeña escala.
La petición de Greenpeace para acabar con las macrogranjas ya ha recogido casi 350.000 firmas, con un incremento sustancial en los últimos días. "Ahora queremos llegar al medio millón para exigir acciones a los dirigentes políticos. Además de pedir el cierre de las macrogranjas, la acción de Greenpeace quiere, también, invitar a reflexionar sobre el negacionismo y los bulos (‘fake news’), dos graves obstáculos que frenan muchas soluciones urgentes en esta emergencia ecosocial en la que estamos y que han estado muy presentes en el reciente debate sobre las macrogranjas", concluyen.