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Algunos destinos para esta Semana Santa
Algunas de las procesiones más interesantes de la geografía española y que hay que ver alguna vez en la vida.
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La Semana Santa es uno de los mejores momentos para viajar y descubrir nuestras tradiciones. Muchos puntos de la geografía española tienen grandes procesiones que hay que vivir alguna vez en la vida, aquí

Sevilla puede ser la primera imagen que se nos venga de la Semana Santa la Madrugá con sus Esparanzas, el Gran Poder, el Cristo de los Gitanos, el tres Caídas o la centuria Macarena, pero hay más procesiones. Desde el viernes de Dolores hasta el domingo de Resurrección hay pasos de Semana Santa en las calles de Híspalis. Por ejemplo, el domingo de Ramos sale la Borriquita y la Amargura, el lunes el soberano de San Gonzalo, el viernes el cristo del cachorro, el sábado santo la canina y el domingo de Resurrección el Resucitado. Ese mismo día, vuelven los toros a la Maestranza con la terna sevillana, Morante de la Puebla, Juan Ortega y Pablo Aguado con toros de Juan Pedro Domecq.

Sin abandonar el sur, otra Semana Santa especial es la de Málaga con el desembarco del Cristo de Mena a manos de los legionarios en la mañana del jueves Santo y la procesión esa misma tarde por las calles malagueñas a ritmo del cuplé legionario del Novio de la Buena Muerte. Aunque sin duda, el señor de Málaga es su Cautivo que sale a ver a su pueblo el lunes santo con su característica saya blanca que ondea por la calle Larios de manera única con el mecer de su trono.

Otros punto de la geografía donde disfrutar de una buena Semana Santa es Jerez de la Frontera. Algunas de las cofradías más populares son las de la Borriquita, la del Transporte, la de la Coronación o la de las Angustias y entre los cortejos procesionales destacan los del Viernes Santo, como la procesión del Santísimo Cristo de la Exaltación, la de la Virgen de la Soledad y la del Santo Entierro.

Una de las Semana Santa más especiales es la de Granada. En la noche del Miércoles Santo tiene lugar el paso del Cristo de los Gitanos, espectacular y emocionante gracias a las inmensas fogatas que se prenden en las cuevas y viviendas del Sacromonte. Mientras, el Jueves Santo se desarrolla la procesión del Cristo de Silencio, sólo rota por el redoble del tambor. Es cuando el Albayzín se llena de un color y un olor especial. Por su parte, el Viernes Santo al anochecer desfila la cofradía más antigua, la de la Soledad de San Jerónimo, en un cortejo muy vistoso en el que aparecen personajes vivientes que representan a figuras históricas de la Biblia. Finalmente, el Domingo de Resurrección cierra la Semana Santa de Granada con la procesión de los “facundillos”: los niños portan “facundillos” (farolillos) de barro que tintinean continuamente.

Dejamos el sur para irnos a la Semana Santa castellana. En primer lugar, hay que destacar las procesiones de Zamora, donde resalta el contraste entre las procesiones nocturnas y diurnas: el silencio y el recogimiento son notas características de las que salen en la noche y la madrugada, mientras que la música y la luminosidad definen a las del día. Algunos de estos cortejos son casi legendarios, como el del Cristo de las Injurias que desfila el Miércoles Santo. La hermandad de Jesús Yacente lo hace en la noche del Jueves Santo, portando un impresionante Cristo del siglo XVII y cantando el Miserere pasada la medianoche. La Cofradía de la Vera Cruz, una de las más antiguas de España, también sale ese día. El Viernes Santo destaca la procesión de La Congregación, con momentos tan emocionantes como la salida de la imagen del Camino del Calvario y la famosa reverencia que el resto de los pasos realiza a la Virgen de la Soledad en la avenida de las Tres Cruces, instante que suele arrancar el aplauso entusiasmado del público.

Otro punto castellano donde la Semana Santa es fundamental es Medina del Rioseco. Esto se debe gracias a su antigüedad, y la riqueza iconográfica de su patrimonio. Esta manifestación de fervor religioso se celebra de forma ininterrumpida desde el siglo XVI. En las procesiones, de gran solemnidad, se exponen importantes obras de imaginería religiosa castellana. En ellas participan múltiples cofradías que pasean conjuntamente sus imágenes. A lo largo de la Semana Santa participan más de 2.000 cofrades

Planes en Madrid

En la Comunidad de Madrid hay procesiones también interesantes. Una de la Semana Santa más especiales de la región es la que se celebra en San Lorenzo de El Escorial que cuanta con cinco cofradías y dos hermandades integradas dentro de la Junta de Cofradías y una docena de procesiones. Destaca especialmente el desfile procesional del Santo Entierro el Viernes Santo, donde las siete cofradías y desde la parroquia desfilan hasta el Real Monasterio y la procesión del Silencio el Viernes Santo a la medianoche la cual deja palpar el respeto y fervor religioso de los feligreses que acompañan al Cristo.

Otro punto especial es Alcalá de Henares. La Ciudad Patrimonio de la Humanidad celebra esta fiesta religiosa con hasta ocho procesiones de cofradías por su casco histórico. Además, durante su celebración se organizan visitas a los entornos monumentales por los que éstas desfilan y se elabora en las pastelerías de Alcalá de Henares un dulce típico de estas fechas: el Penitente.

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En la capital madrileña hay procesiones también. La más especial es la tarde de viernes santo cuando del Señor de Madrid, Jesús de Medinaceli, sale a visitar las calles de la capital. Otras procesiones que son importante reseñar son la de Jesús el Rico o el Cristo de los Alabarderos que sale del Palacio Real. Otro plan en Madrid es ir el domingo de Ramos a ver la Encerrona de Emilio de Justo en Las Ventas tras ser el triunfador del coso de la calle de Alcalá la temporada pasada.

En este breve repaso de las Semana Santa española se han quedado otros muchos puntos de la geografía sin tocar, como puede ser la procesión de palmas de Elche, los Salcillos en Murcia o la pasión viviente de Castro Urdiales o Balmaseda. Así que la Semana Santa es muy diversa y que hay que conocer.