El Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid ha presentado, junto con el Consejo de la Juventud de España, los datos del Observatorio de Emancipación Juvenil de la Comunidad de Madrid referidos al empleo, la emancipación y la tasa de pobreza de las personas jóvenes en el segundo semestre de 2020.
La presentación ha contado con la intervención de Adrià Junyent, vicepresidente del Consejo de la Juventud de España, que ha ofrecido un marco global de los datos estatales, Joffre López, investigador del Observatorio de Emancipación Juvenil y Laura Moreno, presidenta del Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid.
Los datos no son alentadores y es que a pesar de encontrarnos con datos más favorables que el conjunto estatal, el 2020 cerró el año con un 24,2% de paro juvenil y mantenía como principales sectores de empleabilidad de las personas jóvenes el sector del comercio, la hostelería y los servicios sanitarios y de servicios sociales, sectores, especialmente precarizados y vulnerables ante crisis económicas.
El acceso a la vivienda se plantea como una misión imposible en la mayor parte de los municipios de la región para las personas jóvenes .
El Consejo de la Juventud se muestra preocupado por la poca variación de datos desde el 2019 hasta el impacto de la crisis de la COVID-19. “No vemos grandes diferencias entre los últimos cuatro informes semestrales y eso hace que cuestionemos las políticas públicas que se vienen desarrollando para mejorar la situación. Es imprescindible profundizar en qué ocurre y porque esas políticas no están teniendo el impacto que deberían”, afirma Moreno, presidenta del Consejo de la Juventud de la región. “La COVID-19 visibilizó de manera rápida la vulnerabilidad de nuestras contrataciones y lo precario de nuestra situación. Con una tasa de empleo por encima del 24% sólo 1.6 de cada 10 jóvenes vivían emancipados en la Comunidad de Madrid”.
El acceso a la vivienda se plantea como una misión imposible en la mayor parte de los municipios de la región para las personas jóvenes y es que tener un trabajo y una nómina no garantiza encontrar una vivienda cuando se debe destinar más del 102% del salario al pago del alquiler. “Con un salario medio de 1.107€ al mes y una renta media de alquiler de 1.136€ aún se nos sigue acusando de no irnos de casa por vivir cómodamente con nuestros padres y eso es tremendamente injusto” afirma Moreno desde el Consejo de la Juventud.
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