El Ministerio de Educación que dirige Pilar Alegría quiere enfrentarse a una de las disyuntivas más complicadas para todos aquellos que han liderado este ministerio: cambiar el sistema de acceso a la Universidad o Selectividad, esta vez para hacerlas más prácticas y adaptadas a lo que se hace en otros países europeos.
El objetivo es crear unos exámenes que reflejen lo que el alumno ha aprendido durante el Bachillerato y que no se basen únicamente en la reproducción de contenidos, tal como está establecida ahora. Se pretende que sea un "examen competencial" que permita a los alumnos aplicar lo que se les ha enseñado en vez de escribir las teorías. Un ejemplo de un examen teórico sería aquel que te pregunta "¿cómo se halla el área de un triángulo?", lo cual se contestaría haciendo referencia a la teoría, sin embargo, en un "examen competencial", se plantearía un problema que hubiese que resolver utilizando esta teoría de manera práctica.
Por otro lado, otro de los objetivos que persigue el Ministerio es crear una prueba de acceso a la Universidad que sea homogénea en todas las comunidades autónomas, algo que no ocurre en la actualidad, a pesar de que la selectividad permite acceder a cualquier institución educativa superior en España. De hecho este cambio se hace ahora más necesario que nunca, pues la actual ley educativa permite mucha más libertad a los docentes y las comunidades autónomas para crear sus propios currículos de enseñanza, es decir, los contenidos que han de aprender los alumnos.
Otro de los objetivos que persigue el Ministerio es crear una prueba de acceso a la Universidad que sea homogénea en todas las comunidades autónomas
Para la elaboración de esta nueva Selectividad, el Ministerio ha elaborado un amplio estudio sobre cómo se produce el acceso a la Universidad en otros países europeos, para así recabar nuevas ideas. En el estudio hay datos llamativos como que el 71% de los países encuestados realizan algún tipo de examen final al terminar el Bachillerato, pero de estos, solo el 36% utiliza su nota como requisito para acceder a la Universidad. Países como Francia, Alemania e Italia no realizan ninguna prueba para acceder a los estudios superiores, mientras que en otros como Estonia o Finlandia son las propias universidades las que hacen su propio examen para el acceso.
Desde la institución liderada por Alegría pretenden tener un primer borrador de este nuevo acceso a la universidad a mediados de este año para que se pueda empezar a aplicar al finalizar el Bachillerato de 2024.